También hay cosas positivas que festejar y aplaudir, como esa con la que nos demuestran que sí se puede contra los dictadores.
Cuántos ilegalidades y abusos de poder sufrimos con los culpables impunes porque a los afectados nos faltan organización y valor.
Por eso hay que reconocer y reflexionar sobre lo que sucede en la Universidad Autónoma de Occidente.
Es ejemplar lo que hacen un grupo de maestros, trabajadores administrativos y alumnos para enfrentar al rector espurio y a sus compinches.
Tienen años luchando, pero hoy están mejor organizados.
Le han ganado varias al rector Pedro Flores Leal, que se la pasa haciendo corajes ante los continuos fracasos contra esa resistencia valiente que no se doblega.
De poco han servido las amenazas y los ofrecimientos de dinero y poder.
Las respuestas de esos universitarios se han correspondido con la fuerza de los ataques que se les lanzan desde la rectoría.
Hay que reconocerles su inteligencia y su organización.
Sus pasos a veces son sigilosos, y nada los detiene cuando hay necesidad de accionar de cara ante la sociedad.
Como señalo en el título de la columna de hoy, una y otra vez nos demuestran que sí se puede contra los dictadores.
Sobre todo porque nada fácil resulta ganar en virtud de que la administración de la UAdeO cuenta con la complicidad de Rubén Rocha Moya.
El gobernador simuló ponerse del lado de los universitarios que luchan por la legalidad y por la justicia.
Por eso han tenido que reconfigurar sus estrategias, sumando apoyadores y restando traidores.
Han aprendido de los tropiezos.
Lo más importante es que no le aflojan.
Por eso resulta motivante hablar de este ejemplo.
El gobernador, alcaldes, diputados y muchos más hacen lo que se les pega la gana porque a la sociedad nos sigue faltando valor.
Nos faltan líderes comprometidos con el pueblo.
Los partidos políticos de oposición han sido pura faramalla.
De repente comenzamos a escuchar más gritos contra los corruptos, pero a muchos no nos convence que lo hagan para defender al pueblo.
Como sea, es mejor que griten por lo menos un poco a que sigan callados como momias.
Por eso les reitero mi reconocimiento y mi agradecimiento a los universitarios de la UAdeO.
Saben que pueden contar con quien esto escribe.
Y espero que más sinaloenses reflexionen y se comprometan igual, con ellos y contra cualquier abuso de poder.
Que dejemos de perjudicarnos nosotros mismos al ser indiferentes y valemadristas.
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