No faltaron los sorprendidos porque al gobierno de rufianes sólo le faltó aplaudir la masacre con 20 asesinados, cinco de ellos decapitados.
Confieso que me extraña que algunos se asombren, cuando Rubén Rocha Moya y sus compinches han demostrado sobradamente que son crueles, inhumanos, valemadristas y hasta burlescos.
Imposible esperar que se admita el fracaso, si se la pasan presumiendo que le van ganando la “guerra” a los narcos.
No hay manera de que reconozcan que son inservibles y cómplices, no sólo por omisión sino también por acción.
Dejan que los criminales hagan lo que se les pega la gana, y a veces hasta los ayudan.
Al chacal de Batequitas le cayó como anillo al dedo un evento fuera de Sinaloa para estar ausente en la mañanera, pero vimos exactamente la misma actitud de minimizar la violencia.
Tocó entonces al frustrado mariscal de la diversidad estatal, Feliciano Castro Meléndrez, cargar con el ridículo de pintarnos otra vez ese Sinaloa casi de maravilla.
Que los colgados y la camioneta llena de cadáveres fueron por la noche del domingo o durante la madrugada del lunes.
El secretario general de gobierno y responsable de repartir atoles afirmó que se trató de un caso aislado y alejado de las zonas urbanas.
Según la florecita, en Culiacán y en las demás ciudades vivimos perfectamente bien.
Repitamos: al gobierno de rufianes sólo le faltó aplaudir la masacre.
El no pasa nada y todo está tranquilo, que con mucha razón ya tienen hasta la madre a cientos de miles de sinaloenses.
Recordemos que hace unos pocos días volvieron a cacarear que el gobierno estaba a punto de terminar con el clima de terror que vivimos en nuestro estado.
Que habría cambios en la estrategia, a pesar de que nos repitieron hasta el cansancio de que lo que se hacía era lo necesario y correcto.
De nuevo, la realidad puso en su lugar a los desalmados que simulan perseguir a los malos.
Rocha y sus pandilleros no se cansan de burlarse del pueblo bueno.
La presidente Claudia Sheinbaum Pardo solapa al ejecutivo estatal, a sabiendas de que sus fechorías son numerosas y graves.
Desde que morena llegó al poder con el cacas, en México comenzaron a perderse los valores.
Ahora es malo ser bueno y es bueno ser malo.
Con millones de cómplices felices de que nos sigan mintiendo, robando, traicionando y asesinando.
El narco Estado cada vez más vigente, inmutable a pesar de las gravísimas acusaciones por parte del gobierno de los Estados Unidos.
Ayer por la mañana pareció alentarse el rumor de que Rubén Rocha estaba por renunciar como gobernador.
Ojalá y lo renunciaran, en el buen sentido de la palabra.
Es demasiado el daño que Rocha le ha hecho a Sinaloa, para que a Sheinbaum le siga valiendo.
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