El juicio político hacia el alcalde de la capital sinaloense, Jesús Estrada Ferreiro, es la antesala para el 2024. Me explico: Desaforrarlo del cargo al alcalde de Culiacán, primero que nada, sería quitarle la posibilidad de ser candidato a Senador en el 2024, lo que significa, que la posibilidad de su sucesor daría tiempo para enriquecer una estructura y colocar de forma natural al que podría salir desde esa posición para ser postulado al cargo de representación más importante para el 24, y por consiguiente ponerse de forma natural al 2027.
Por eso la importancia de ser candidato a senador en las próximas elecciones. Es prematuro decirlo, pero la posibilidad ahí está en un futuro.
Ante esa posibilidad se encuentra un joven que sería fácil de vender en las urnas, joven preparado y que viene de la cultura del esfuerzo, Juan de Dios Gámez Mendívil, actual delegado de Programas para el Desarrollo del estado de Sinaloa, es bien visto tanto a nivel federal como estatal. “No lo pierdan de vista”.
El desafuero al alcalde culiacanense sería el punto de partida para romper de forma “ipso – facto” con la sucesión del 24, y de paso, poner la rayita a todo aquel que quiera pasar por encima del ejecutivo estatal.
¿Este juicio para Estrada Ferreiro provocará un desgaste para algunos personajes de la izquierda sinaloense? Evidentemente que sí, de ahí cobra más valor el desafuero del alcalde y el posterior análisis, pues de donde lances a Gámez Mendívil cae parado, pues no tiene cola que le pisen y no está peleado con ningún personaje ya sea de derecha e izquierda, lo cual sería oportuno la posibilidad de verlo gobernando la cuidad más importante de Sinaloa, claro, por supuesto, de ponerle fin al juicio político de Estrada Ferreiro.
Muchos podrían estar sorprendidos, pero un joven sin choque con nadie sería lo más saludable, no solo por sus condiciones sino por obediente, trabajador y terco, maniobra de una muy posible jugada del propio gobernador de Sinaloa, para capitalizar la fama y las buenas costumbres del antes mencionado.
No digo que no existan más personajes de cara al proceso de juicio político para el alcalde de Culiacán capital, sino que ese mismo juicio debilitará a algunos personajes que a la postre podrían sufrir un desgaste mucho antes de tiempo por conducto del mismo Estrada Ferreiro.
Ahí es, donde aparece la figura de Juan de Dios Gámez Mendívil, ya que cuenta con lo más necesario para gobernar un municipio, pues le urge estabilidad y más visión, relaciones para rasurar recursos desde la federación y que, además, contaría con todo el respaldo del ejecutivo estatal.
Juan de Dios Gámez Mendívil, a mi juicio, sería un excelente relevo de darse el desafuero político al alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, cuenta con un alto grado de responsabilidad y de competencia al gobernar y administrar los recursos de la ciudad con sentido humano y meramente social, para recuperar la política y las acciones de un gobierno impopular y arbitrario de un alcalde que emula otros gobiernos sin calidad humana e insensibilidad ante la demanda social.
Hemos estado observando que Juan de Dios Gámez Mendívil tiene carácter, sabe comunicar y es echado para adelante, joven de respeto, por su singular agudeza, pero, sobre todo, principios.
Culiacán capital necesita más dinamismo, que todos los sectores y organizaciones sean escuchados. La democracia y justicia social en Sinaloa revelan que se requieren nuevos planes, políticas públicas y acciones, y al mismo tiempo poner de manifiesto que es necesaria la presencia de nuevos jóvenes con visión y metas para alcalizarlas.
GOTITAS DE AGUA:
Jóvenes como Juan de Dios Gámez Mendívil, desde luego, pero también de honrados, leales, eficaces y hábiles operadores, que asuman como propio y le den continuidad al desarrollo del municipio y capital con mayor afluencia economía en Sinaloa.
Juan de Dios Gámez Mendívil es una semilla en construcción, y ahí tienen a este joven talento a destacar para que el quehacer político de la capital se enriquezca y le de nuevas y mejores oportunidades de acceso a la toma de decisiones políticas fundamentales.
En Culiacán se debe mejorar el servicio público y se deben inculcar valores y principios más humanistas, de honradez y de rectitud entre las y los servidores públicos. Se debe exigir y privilegiar la transparencia y la rendición de cuentas a cabalidad.
Nos comentan que Juan de Dios Gámez Mendívil no se le considera una persona que improvise, pues siempre mezclando con base a su preparación y talento, combina consenso y respeto superior, siempre destacando confianza en el seno de la opinión pública, donde generaría nuevas tolerancias y más unidad hacia a dentro de un ayuntamiento cansado de agravios y de totalitarismos del propio alcalde Jesús Estrada Ferreiro. A Juan de Dios Gámez Mendívil pónganlo en la lista. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos el Lunes”…