Desmienten información sobre su probable extradición
Notas difundidas por la agencia francesa Reuters y el experto en temas del narco, Luis Chaparro, metieron en una guerra de nervios a la clase política y empresarial.
Vamos por parte, diría Jack el destripador.
Primero, el reconocido columnista Claudio Ochoa subió un twitazo informando que el Departamento de Estados Unidos estaba presionando al gobierno de Claudia Sheinbaum para la entrega inmediata e incondicional de cinco narco-políticos de su partido.
Tan pronto como agarró vuelo esta información, que sin duda constituía una verdadera “bomba”, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) salió al paso y rechazó la nota de la agencia Reuters:
“Es absolutamente falso que en las reuniones sostenidas con el secretario Rubio o con su equipo del Departamento de Estado, se hayan transmitido solicitudes de investigar, perseguir o extraditar a algún funcionario o funcionaria de México”, dijo Relaciones Exteriores.
Así que este comunicado fue música para los oídos de esos políticos de Morena a los que el público ya les ve con cara de extraditables. La sangre les volvió a la cara.Andaban muy pálidos con esa información difundida por Reuters y replicada por Claudio Ochoa.
Por su parte, Luis Chaparro desde su canal Pie de Página lanzó lo que parecía ser una ampliación a la información oficial difundida por el Departamento de Estado sobre la red de distribución de fentanilo y lavado de dinero con radio de operación en Mazatlán y sur del estado.
Pero no lo era.
Atribuyendo supuestas fuentes de la SEDENA soltó nombres de algunos conocidos empresarios como eslabones en esta trama.
Guillermo Romero, Jorge Lizárraga, Samuel Lizárraga Camacho, Jonathan Tostado, entre otros ligados a grupos empresariales inmobiliarios muy reconocidos y vinculados a pesos pesados de la política y funcionarios del gobierno del estado.
El Departamento de Estado ni en una sola línea hace referencia de ellos pero el periodista los menciona como si asi lo fuera.
Todo indica que hubo intención de aventar fuego para quemar el prestigio de los empresarios mencionados en una forma interesada y conveniente para alguien porque no difundió un solo dato. Un solo dato que confirme la conexión de los aludidos con los personajes que ahora son objetivo de la justicia estadounidense.
Guillermo Romero ha sido mencionado por la dirigencia del PAN como uno de sus cartas fuertes para competir por la gubernatura en el 2027.
Lo quieren desinflar, no hay duda. Su patrimonio le viene de la herencia de su padre, el Doctor Roberto Romero Dousset, uno de los pioneros de la hotelería en Mazatlán.
Por cierto, todavía hace ruido esa bola con lumbre que, el lunes por la mañana, aventó el gobernador Rubén Rocha Moya con dirección a una butaca ocupada por doña Imelda Castro.
Durante la ceremonia de la lectura del Informe del Rector de la UAS, Jesús Madueña Molina, y posterior toma de posesión para su segundo periodo.
No hay que ir muy lejos para hallarle fondo al mensaje.
Ahí va una pista: Cuatro que han manifestado aspiraciones sucesorias antes de tiempo, cuatro son los que han sido descarrillados o cepillados.
¿Curioso no?
¿Entonces estamos asistiendo a los tiempos en que esos asuntos de andar manifestando aspiraciones anticipadas se ha estado volviendo una modalidad de alto riesgo?
O bien, un juego de Serpientes y Escaleras, donde el dueño del tablero hace que los que le entran al juego hagan uso de dados, no cargados, cargadísimos, para decidir cuándo y cómo botarlos.
Si los tiempos de dios son perfectos, igual lo deben ser los tiempos del señor que está en el tercer piso en ese tema de la sucesión 2027, según se debe entender en la moraleja de esta trama política.
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