Muy infame y auto infringida la derrota moral de la UAS.
Una institución que debe caracterizarse por la universalidad de las ideas y opiniones, se erige con todo cinismo en la censura, el autoritarismo y la dictadura.
La Universidad Autónoma de Sinaloa se cree “dueña” de lo que se puede decir y de lo que no.
Qué basura de ser humano es el titular del jurídico universitario, Alfonso Carlos Ontiveros Salas.
Actúan por encima de la constitución, cómplices de Rubén Rocha y convertidos en neo morenistas.
“No nos vengan con el cuento de que la ley es la ley”.
El viernes pasado, Ontiveros Salas llegó a una reunión previamente convenida en la Comisión Estatal de los Derechos Humanos.
Se dirigió de inmediato al presidente de la comisión, profesor Óscar Loza Ochoa, para informarle que de ninguna manera se concedería derecho de réplica a Juan Manuel Partida Valdez en la UAS.
Con la misma breve “explicación” de que no hubo ninguna denostación, y más clases sobre cómo debe interpretarse la constitución.
No habló más de un minuto, y tras ello se retiró junto con su acompañante Wilfrido Ibarra.
Fue la segunda reunión con el propósito de convenir las condiciones de mi derecho de réplica, pero se ratificó lo que con mucha anticipación advertí.
A la UAS le vale madre la legalidad, la verdad y la justicia.
Quedó completamente exhibida esa dictadura que es enemiga de la libertad de expresión y del derecho a la información.
Porque son muy cínicos, se sienten ganadores.
Ninguna victoria hay en burlarse tan cínicamente de lo que las leyes mandatan, pero les vale.
Es un “triunfo” no conceder un derecho universal obligatorio, porque en Radio UAS sólo se puede decir lo que a ellos se les antoja.
Es la nueva universidad, aunque repetidamente se ha negado el derecho de réplica a quienes son atacados y difamados.
Fue, eso sí, la primera vez que alguien se atreve a demandarlo formalmente.
Por eso es que ahora la exhibida ha sido plena.
En la universidad seguro creen que esto ya terminó y pretenderán darle la vuelta a la página.
Pero lástima, Margarito.
Falta una nueva resolución por parte de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, tras ver que el acuerdo de conciliación que propusieron fue tirado a la basura por la universidad.
Lo que resulte en esto, llevará a quien esto escribe a continuar luchando.
Muy claro nos queda que en la UAS no se moverán porque no hay voluntad de respetar la ley.
Desde antes se burlaron de la CEDH, con la postura de que no tiene “dientes” porque sus resoluciones no son vinculatorias.
Reitero mi tristeza.
Es una pena que las autoridades de la rosalina institución tiren al excusado su dignidad y el buen nombre de la universidad, como si les sobrara.
Tener el poder sirve para burlarse de la razón, y se sienten autónomos para violar la constitución.
Dirán que no importa mucho otra rayita más al “tigre” de las inmoralidades, y quizá tengan razón.
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