Hasta el momento solo varones han tenido el privilegio de ocupar ese cargo y ha llegado la hora para la igualdad de oportunidades.
Sinaloa así lo requiere.
Quién tenga las mejores credenciales académicas sea la que el Congreso elija y con ello se cumpla el principio de la equidad de género.
Claudia Sheinbaum es la presidente de México.
María del Rosario Piedra Ibarra es la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Es menester un cambio de actitud en nuestro Estado, para que dejen llegar nuestros Diputados a una dama que merezca por pleno derecho asumir la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Supongo que los primeros indicios de la protección a los derechos de los individuos, se dieron en los consejos de ancianos que resolvían los conflictos que se daban en el seno de la tribu.
En nuestro País, por decreto del 6 de junio de 1990 del presidente de México Carlos Salinas de Gortari se creó la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Jorge Carpizo McGregor fue el primer presidente de este extraordinario organismo y estuvo al frente hasta el año de 1993.
Los derechos humanos es un gran tema.
Significa mucho para la sociedad que alguien luche en contra de los abusos del poder.
Equidad de género e igualdad de derechos flotará en la mente de nuestros Diputados a la hora de decidir quién es quién.
Los papelitos hablan y sitúan a cada aspirante en el lugar que les corresponde.
La documentación de cada uno ya están en las manos de los comisionados del Congreso de Sinaloa.
Uno de ellos será escogido por el pleno.
Espero sea una mujer la mejor calificada.
Por primera vez los mexicanos dejaron a un lado el machismo y entregaron su voto a Claudia Sheinbaum y es nuestro presidente.
No sabemos cuántas más llegarán al mayor cargo de nuestro país, pero ya se tiene la primera mujer investida con ese poder.
Estaremos pendientes del proceso de selección para la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
El tiempo de las mujeres ha llegado y no quieren desaprovecharlo.
Se presentan con su currículum y dicen yo quiero.
No piensan dejar a los varones para que se despachen con la cuchara grande.
Igualdad de oportunidades es su exigencia.
Y con mucha razón si acreditan ser más capaces en cualesquier contienda.
La inteligencia y buen criterio no tiene género.
Eso es lo que quieren demostrar las mujeres.
Lucharán con todo y es posible que las credenciales de alguna mujer sean las que sobresalgan de los demás aspirantes.
A temblar los varones.
No me perderé esos encuentros.
El Congreso tiene la palabra.
Hasta mañana.
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