Pasaron los días y esperando.
Queríamos ver la garra del Secretario de Seguridad Federal Omar García Harfuch y los meses pasan y seguimos con lo mismo.
La cena de noche buena a las cinco de la tarde no nos produjo la felicidad de otros años, pero hicimos la lucha de ignorar las condiciones que para Culiacán tienen establecidas los Chapitos y Mayos.
La cena fue estrictamente familiar y a las siete de la noche nos dimos la feliz navidad entre comillas y luego quedamos totalmente solos el par de viejos al marcharse los hijos y nietos.
Por seguridad los despachamos pronto.
Al día siguiente llegaron al recalentado otra parvada de nietos con sus padres y otra vez tuvieron que marcharse a hora temprana.
La cena de fin de año fue copia al carbón de nuestra celebración navideña y los abrazos del nuevo año a más tardar a las seis y media de la tarde.
Triste realidad la que se vive.
Los restaurantes de prestigio de Culiacán ya no tienen cena y ahora son desayunos y comidas.
No quieren correr riesgos y poner en peligro la seguridad de su clientela y la de ellos mismos.
Sabia decisión empresarial que les ha permitido sufragar su economía en la pandemia de violencia que nos flagela.
Pasando a otro tema, fijo mi posición contraria a lo que ordena la cuarta transformación de elegir jueces y magistrados por medio de votaciones programadas por el INE.
Quedaremos en manos de ineptos y la justicia mexicana quedará en manos de la señora Claudia Sheinbaum y sus achichincles.
El estado de derecho desaparece en nuestro país y nos encaminamos a convertirnos en un México del corte de Venezuela o Cuba.
Así o planeó Andrés Manuel y así le conviene a la señora presidente que nos llegó vía la cuarta transformación.
Hay nubarrones en el firmamento y de color negro intenso.
No deseo que nos vaya mal a los mexicanos pero mi óptica me hace percibir grandes dificultades de desarrollo.
Me gustaría ser testigo del destete de Claudia Sheinbaum y que su figura crezca y se imponga a la figura del que se marchó.
Eso nos daría un poco de tranquilidad a los que jamás estuvimos de acuerdo con el pésimo gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Esperanzas y buenos deseos aparecen en el inicio del año y a medida que el tiempo avanza llega la satisfacción o el desencanto.
La esfera mágica no revela nada.
No hay movimiento en su interior y eso nos provoca nerviosismo y nos mantiene a la expectativa de lo que puede venir.
¿Se fajará las naguas Doña Claudia?
El 2025 nos dará las respuestas.
Hasta mañana.
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