Algo sucedió que la senadora Imelda Castro se puso contra Rubén Rocha Moya, pues pasó de los aplausos a la madriza.
Hace días en la Ciudad de México le echó muchas porras al gobernador de Sinaloa durante su visita al Senado de la República.
Ayer, durante una entrevista fue brutalmente contundente en contra del ejecutivo estatal.
Contra los infames otros datos de que vamos bien, la senadora Castro declaró que “la situación en Culiacán es peor que un desastre natural”.
A doña Imelda le cambiaron la señal, y se tuvo que contradecir.
Seguro que la pusieron como palo de gallinero por sus lambisconerías del jueves pasado.
La señora siempre se mueve para donde los titiriteros le ordenan, y la instrucción fue la de ponerle una madriza al gobernador.
Hubiera sido buena nota preguntarle a Rubén Rocha en su semanera de ayer sobre lo dicho por Imelda, pero los reporteros no se enteraron o no se animaron.
Para el caso es lo mismo.
A propósito de la conferencia estatal, tiene buen rato convertida en una vacilada.
Rocha Moya supera una y otra vez sus ridículos anteriores, por imposible que pueda parecer.
Sirva como ejemplo la desfachatez del ternurita que nos presumió que duerme muy bien.
Miente, roba, traiciona y asesina, pero no son cosas que le quiten el sueño.
Volvió con la cantaleta de que la gran mayoría de los sinaloenses lo aman hasta el infinito y más allá, y que por eso no le hacen ninguna mella los ataques de sus adversarios.
Lo difaman, dice, porque esos malos mexicanos quieren que a Sinaloa le vaya peor.
Nomás le faltó llorar, y que le salieran lágrimas de caca.
Don Rubencito llevó más parque que de costumbre y cayó en uno de sus comentarios más cínicos, por lo irrisorio y grotesco.
El burro hablando de orejas, acusó que el PAN pactó con el narco durante el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa.
Por si faltaran elementos para evidenciar lo desquiciado que está.
No los quiero aburrir pero es menester señalar otro pésimo chascarrillo con su convocatoria para que los ciudadanos denuncien a los criminales.
Ahí están la fiscalía y los jueces, siempre tan preocupados por la verdad y por la justicia.
Claro que las semaneras continuarán, porque sirven para seguir engañando tarados.
QUE SE VAYAN TAMBIÉN LOS COMPINCHES
Hay que advertir que junto con Rubén Rocha Moya deben renunciar todos sus compinches.
Que se vayan todos los que han sido parte de las ilegalidades y abusos de poder.
Se necesita un nuevo gobernador que no sea tapadera.
Alguien que sí respete las leyes y que nos responda a los sinaloenses.
Cualquier otra cosa será continuar con esa burla tan infame de la putrefacción de cuarta.
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