La verdad evidente es que, desesperado, el presidente de la república viene a rogarle a los narcos.
Rubén Rocha Moya es ahora una papa ardiendo que sube de temperatura todos los días.
Son dos los problemas que en la nueva visita intentará resolver Andrés Manuel López Obrador.
La principal es lambisconear para que los detenidos del cártel de Sinaloa no sigan confesando en Estados Unidos las componendas entre el gobierno y el crimen organizado.
Les rogará a “Los mayos” y a “Los chapitos” que se privilegien los abrazos, y les prometerá que amor con amor se paga.
La segunda de sus preocupaciones es finiquitar con Rubén Rocha su cese disfrazado como renuncia.
Es imposible mantenerlo en el cargo porque está más quemado que el palo de un churrero en virtud de la traición a Ismael Zambada García y el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Falta convenir la fecha en que se va, y pactar un exilio político temporal o definitivo.
Andrés Manuel y Claudia sufren repudio social por proteger a un político narco y asesino.
Es un nuevo estigma no solamente nacional, sino también internacional.
Ahí sí les duele mucho, porque les encanta cacarear que son ejemplos a seguir en todo el mundo.
Al gobierno federal le preocupa que sus complicidades provoquen la furia de Estados Unidos.
Han sido muchos los avisos de los gringos, y los morenarcos entraron en pánico.
Repitamos que para los mexicanos, la esperanza no está en el gobierno sino en la DEA y el FBI.
QUIEREN OTRO FISCAL DE JUSTICIA LAMBISCÓN
Vaya desvergüenza de don Rubén y su amor el chaquetas Enrique Inzunza, que quieren repetir con un nuevo fiscal igual de lambiscón y arrastrado.
En la fiscalía de justicia dizque autónoma, aparecen entre las propuestas el vice fiscal general y la vice fiscal regional.
Dos cómplices de muchas ilegalidades y abusos de poder cometidos por Sara Bruna Quiñónez.
Son corresponsables de las mentiras y los montajes en el asesinato de Cuén Ojeda.
Así de burlescos, el gobernador y su secretario general de gobierno.
Ya sabemos que se sienten dueños de todo y de todos, y que sus valemadrismos no tienen llenadera.
LA SOBRERREPRESENTACIÓN, OTRA VERGÜENZA DE MORENA
Cuántas desvergüenzas de Morena en sus necedades de tener más diputados y senadores que los que los ciudadanos les dieron en las urnas.
Lo que antes como oposición repudiaron, hoy lo proclaman como justo y legal.
Hacen cada vez más historia, por lo miserables que son.
Gritan que son muy demócratas, pero se pitorrean de la constitución y demás leyes.
Los legisladores plurinominales se deben asignar para que exista una representación que se corresponda con el porcentaje de votos recibidos; esa es la esencia de la ley, aunque lo nieguen.
Casi es segura la infamia de la sobrerrepresentación, con la complicidad del INE y el tribunal.
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