Preso el Mayo Zambada, tiembla el gobernador Rubén Rocha Moya que lo traicionó cuando se puso del lado de “Los chapitos”.
Conmocionó a buena parte del país la noticia de que Ismael Zambada García está en manos del gobierno de los Estados Unidos.
El narco presidente Andrés Manuel y su narco sustituta Claudia seguramente entraron en pánico ante la seguridad de que El mayo confiese sus negocios con Morena.
Qué fue lo que realmente pasó para esta captura o entrega, no lo podemos saber a ciencia cierta pero hay hechos a la vista de todos que nos brindan una gran cantidad de luz.
Son varios los factores, locales, nacionales y norteamericanos.
Comencemos con Sinaloa, con un gobernador que últimamente puso a “Los chapitos” en primer lugar de sus apoyos, por encima de “El mayo”.
Enfermo, Ismael Zambada comenzaba a perder el poder.
Cada vez estaba menos seguro en Sinaloa porque sus enemigos y algunos de sus aliados lo querían retirado o muerto.
Desde los Estados Unidos comenzó a darse por un hecho que el próximo presidente de ese país perseguirá con más fuerza a los carteles de la droga.
Fuertes compromisos, con señalamientos durísimos como el de Donald Trump de que “los cárteles son los que administran México”, y que “el gobierno está petrificado por temor a ellos” porque “pueden quitar al presidente en dos minutos”.
Una de las versiones de lo sucedido ayer asegura que “El mayo” no se entregó sino que fue víctima de una traición.
Quizá uno de los suyos, algún contrario… o el propio gobierno que busca negociar el perdón para algunos de sus pecados.
Con el detalle de que junto con él iba Joaquín Guzmán López, hijo de “El chapo”.
Como haya sido, Zambada García está preso y será procesado.
Vivirá todavía algunos años más en los Estados Unidos, y a cambio de algunos privilegios responderá con detalles a las preguntas que le hagan los investigadores y los jueces.
Soltará toda la sopa de las componendas del cártel de Sinaloa con López Obrador y con buena parte de la cuarta putrefacción.
No se escapa Claudia Sheinbaum, contra quien desde hace algún tiempo tienen varios indicios de sus corrupciones y pactos con el narco.
El vecino gobierno del norte usa para beneficio político muchas de estas confesiones de los capos y operadores del narco.
Por eso no han abierto juicio contra López Obrador y por lo mismo guardarán lo que tengan contra la próxima presidenta.
Pero hay hilos más delgados que corren el grave peligro de romperse.
Uno de ellos es Rubén Rocha Moya.
Se sabe sin lugar a dudas que está al servicio de los narcos y que es cómplice de no pocas de sus fechorías.
Los criminales lo hicieron ganar la elección, y son ellos los que realmente mandan.
Rocha Moya es un administrador, otro criminal que les sirve como empleado.
Se conoció ayer mismo otra noticia importante, de que Ovidio Guzmán fue liberado recientemente.
Tratándose de un criminal confeso, la única explicación es que se convirtió en testigo protegido.
Negoció libertad a cambio de confesar.
Mismo camino que seguramente seguirá “El mayo” Zambada.
Por eso es que Rubén Rocha tiembla y anda con el asterisco bien madreado por tanta diarrea.
Sabe que Zambada García desnudará las corrupciones del narco gobierno sinaloense, y que aumentan grandemente las posibilidades de terminar en la cárcel.
No le buscamos el mal a nadie, pero tenemos que decir que se lo merece.
Ojalá encarcelaran también al peje y a su titina, que son muchos los delitos por los que deben pagar, pero me temo que no lo veremos.
Como ya señalamos, a los gringos les interesa más chantajear y someter, que castigar.
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