La amenaza pende sobre nuestras cabezas de tener un gobierno al cual no se le pueda levantar la mano y mucho menos elevar la voz de nuestra inconformidad.
Si le conceden la sobre representación de Diputados federales y Senadores, nadie, absolutamente nadie, les pondrá freno a la horda de resentidos que conforman las estructuras de gobernabilidad.
No soy de los que quieren que llegue Trump a la presidencia de los Estados Unidos para que le haga de cuadritos la vida a Claudia Sheinbaum.
Necesito que los órganos electorales le nieguen la cantidad de Diputados y Senadores a la cuarta transformación y sus aliados.
Sería la forma de obligarlos a tener acuerdos con las minorías y se evitaría un gobierno dictatorial.
Me fascinaba los agarrones de la oposición en las cámaras con sus adversarios dominantes. Gracias a ello es que se lograron acuerdos para tener mejores gobiernos y que la vara fuera menos lacerante.
Pero sucedió lo inédito.
Los hocicones de aquellos tiempos ganaron la elección del 2018 y se han convertido en fieras sedientas de sangre y riquezas. Pretenden ponernos sobre nuestras cabezas sus asquerosas patas.
Me lo advirtió mi querido Gobernador Renato Vega Alvarado.
Sus palabras resuenan en mi cerebro.
“Tu no conoces a la izquierda mexicana, el día que tomen el poder, no habrá quién los baje y son sanguinarios”.
Cuánta razón tenía y no le tocó vivir la infamia que me pronosticó.
Es inaudito que tengamos solo la esperanza, de que llegando Claudia Sheinbaum se deshaga del empoderamiento de Andrés Manuel y lo mande a “La Chingada”.
Terrorífica ilusión la que nos acompaña.
Es el México que no quería vivir y para mi desgracia lo tendré que soportar hasta que Dios se apiade y mande por mí.
Sabíamos que ganarle la careada al presidente era muy difícil, pero fuimos a las urnas para impedir en las cámaras la mayoría calificada.
Pronto sabremos si fracasamos en el intento.
Los tribunales electorales son medrosos y parecen encontrarse a modo presidencial y se espera les aprueben la sobre representación.
Diputados y Senadores deben llegar en septiembre y tomar la protesta a Claudia Sheinbaum que ganó la presidencia de manera abrumadora.
De autoritarismo pasaríamos a la dictadura imperfecta.
No sabemos los planes de Claudia. Hay quienes piensan, recordando al General Lázaro Cárdenas del Río, que mandó fuera del País a Plutarco Elías Calles que la historia puede repetirse.
Sabemos que Andrés Manuel no es hombre para el retiro.
Sus genes lo obligan a estar vigente.
Nos tiene en un puño.
Hasta mañana.
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