Los que nada sienten no pueden ser culpados, pero los que sabiendo que son portadores del Covid 19 y no guardan la distancia con los amigos y asisten para desparramar el virus a las mesas de café, merecen ser colgados de los testículos del palo más alto que encontremos.
Tengo la sensación de que así fui contagiado y por esa causa casi perdemos la vida mi esposa y un servidor.
Por eso soy tajante en lo que digo.
No siento rencor en contra del sospechoso, pero no dejaré de reprocharle su irresponsable proceder.
Jamás le haría eso a un amigo y aún cuando estoy vacunado en cinco ocasiones con las más eficaces , cuando tengo la sensación de que me ha llegado de nuevo el Covid, de inmediato pinto raya de los cafeteros.
Son muy valiosos mis amigos para ser el que los envenene y les cause daños irreparables.
Al parecer hay un brote en ciertos lugares de la República Mexicana y hasta se piensa en pedir el uso del cubre bocas en los lugares públicos y con ello evitar una nueva pandemia que causó más de un millón de muertos.
A todos los de mi convivencia, les ruego, les suplico y les exijo, que se cuiden y que me cuiden valorando la amistad.
Me quedaron secuelas en la vista y la fatiga me llega con más facilidad que antes de estar en cama por espacio de un mes.
Pero lo más importante es que seguimos vivos mi aguantadora esposa y el que esto relata y escribe.
Dios nos cubrió con su manto y le ruego para que no me haga pasar de nuevo por esos tormentos.
La vida es un don que nuestro señor nos ha dado para disfrutarlo y tratar de hacer el mayor bien posible a nuestros semejantes.
La vida es hermosa y la familia un gran tesoro aunque estemos separados por grandes distancias.
Los amigos los hemos escogido a través del tiempo y para nada queremos perderlos.
Cualquier brote del Covid 19 lo enfrentaremos aplicando las vacunas que sean necesarias y aconsejando a quién nos quiera escuchar para que acudan y se pongan la vacuna de la marca que sea.
Les aseguro que trataré por todos los medios de gozar de la mejor manera los años que me queden de vida.
Es hermoso amanecer y respirar el aire de las mañanas.
Salir a la calle en busca de mis amigos es un gran placer.
Departir sobre la mesa de los temas simples y muy ensortijados es algo incomparable.
Que nadie padezca el Covid 19 es mi deseo.
La vida es única e irrepetible.
Hasta la fecha no conozco a nadie que haya vuelto después de terminado su ciclo.
Bellísimos amaneceres nos esperan.
Hasta mañana.
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