No nos queda claro si fue chiste o burla cruel de los rufianes Imelda Castro y Enrique Inzunza, de que las ventajas de Morena en Sinaloa son por los buenos gobiernos encabezados por ese partido.
Es lógico que le echen flores a su partido, siendo candidatos al Senado de la República, más bien dice el proverbio popular que no importa que sean cochis pero por qué tan trompudos.
Hay que ser muy desvergonzados para presumir a Andrés Manuel López Obrador que sin duda es el presidente más corrupto y el más cínico de la historia.
Lo mismo de vanagloriarse porque en Sinaloa dizque gobierne un Rubén Rocha Moya que está al servicio del narco que lo puso en el cargo.
Interminable es la lista de los fracasos del presidente y del gobernador.
Son corruptísimos y asesinos.
Los hijos de ambos convertidos en multimillonarios que trafican influencias y roban con el respaldo de sus papás.
Tienen en criminal abandono a campesinos, agricultores, pescadores y ganaderos.
Solapan criminales y persiguen inocentes, en ausencia total de justicia.
Esos son los dizque buenos gobiernos, dizque tan amados por el pueblo que secuestran, persiguen y amenazan de muerte a sus adversarios y a sus familias.
Estos dos candidatos son bien ojetes, como casi todo en la putrefacción de cuarta.
Corruptos, pervertidos y cínicos sin llenadera, además de pésimos cuenta chistes.
En esta columna demostré con documentos que Enrique Inzunza Cázarez inventó un currículum y se roba una pensión ilegal de más de cien mil pesos mensuales.
Es público también que Imelda Castro es otra rata muy descarada, pues se apropió de muchos metros de banqueta para ampliar el patio de su casa.
Son rufianes de lo peor que le apuestan al voto de los tarados y de sus cómplices.
AUTORIDADES ELECTORALES CÓMPLICES DE MORENA
Una victoria titánica será la de Xóchitl Gálvez, porque tiene que vencer no solamente a la dictadura encabezada por el kakas sino también a las autoridades electorales arrodilladas ante la cuatroté.
Todo mundo vemos que no hay piso parejo.
El Instituto Nacional Electoral y el Tribunal Electoral nacional viven presos de sus cobardías y de sus complicidades.
Cinco principios rectores existen en la organización de las elecciones en México.
Certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad.
Ninguno de ellos se cumple.
Lo vemos todos los días con las mañaneras en las que el presidente de la república se entromete de manera ilegal en el proceso electoral.
Las autoridades electorales se niegan a suspenderlas, y se limitan a medidas cautelares o regañadas que sirven lo que la carabina de Ambrosio.
López Obrador haciendo campana ilegal sin descanso, mientras los del instituto y el tribunal prefieren untarse cremita para mitigar las fruncidas de asterisco.
A nivel nacional, y a nivel estatal.
Con enorme descaro, mientras cobran muchos miles de pesos que con sus traiciones le roban al pueblo.
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/altoparlante/.