Las ideas que tengo del gobierno del señor Andrés Manuel López Obrador me causan escozor en la generalidad de mi existencia.
El porqué de este juicio, es el resultado de la agrupación y observación de las actitudes y maneras de actuar del presidente de México.
De pronto nos llama conservadores o adversarios.
Repudia a los que le señalan errores de gobierno.
El pueblo bueno son los pobres.
Para todo cuestionamiento se sale por la tangente y contesta que él tiene otros datos.
Le gusta el olor del petróleo y detesta las energías limpias.
Destruye bosques y cenotes para construir un tren que no tiene a corto o mediano plazo ganancias para el país.
Le mete dinero a carretadas a su aeropuerto que no da el ancho de la tecnología que se requiere para su aprobación internacional.
Dos bocas no refina un solo barril de petróleo para convertir en gasolina que prometió será muy barata.
Habla de honestidad y sus hijos son grandes negociantes del poder.
Nos quiere encuadrar en el triángulo de sus bermudas y somos peor que el azogue.
Pretende desaparecer a sus conservadores adversarios y quedarse con un País lleno de pobres a los que convertirá en esclavos.
Habla de salarios altos y oculta la catástrofe adquisitiva en los mercados.
El salario nominal es solo una cantidad de dinero.
El salario real, es aquel que nos permite adquirir la suficiente cantidad de satisfactores para nosotros y nuestra familia.
Me pueden dar un salario mínimo de mil pesos diarios y lo nulifican con el aumento del kilo de carne a mil pesos kilogramo y cada tomate a cincuenta pesos.
Si la tortilla sube, el salario mínimo se viene abajo irremediablemente y las familias sufren por esa maldita causa.
Andrés Manuel y los comerciantes pueden llegar a convenientes acuerdos.
Yo subo el salario y ustedes los precios.
Un excelente acuerdo de voluntades que tiene como consecuencia a ciudadanos más jodidos.
En base a la agrupación de mis observaciones fortalezco la estructura de mis ideas y llego a la conclusión siguiente:
No quiero seguir siendo gobernado y maltratado por el gobierno autoritario e irreverente del peje tabasqueño.
Un pequeño paréntesis.
El gobierno de la cuarta transformación señala como responsable de las protestas de los productores agrícolas al Senador Mario Zamora Gastelum.
Si algún funcionario del peje sale embarazado, puede que le quieran atribuir el plebe a este mismo legislador.
Cuidado Senador, ellos tienen otros datos y si les estorbas… plomo.
Mis ideas son sagradas.
Las quiero sin grilletes.
Sin odios para este perverso presidente.
Que se revuelquen en su estiércol y crucen el pantano con el lodazal en sus plumas.
Hasta mañana.
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