El verdadero plan del narco presidente tiene dos vías: anular la elección para quedarse un tiempo más o escapar al extranjero y evitar que el gobierno de Estados Unidos lo entambe.
En palacio nacional prácticamente descartaron por completo la posibilidad de que Claudia Sheinbaum gane la elección presidencial.
Las encuestas reales les indican que Xóchitl Gálvez Ruiz va en ascenso y pinta para ganar.
Entonces, hay que hacer trampas.
Y mientras más descaradas y escandalosas, mejor.
Ya comenzaron a trabajar, y otras vendrán en el camino.
Intervención descarada de los gobiernos morenistas a favor de los candidatos de su partido.
Las instituciones del bienestar condicionando mantener las becas y pensiones.
Amenazar y asesinar a precandidatos y candidatos.
Recrudecer la violencia con la intención de inhibir la participación ciudadana.
Irregularidades y violencia en la instalación y operación de las casillas.
Operación carrusel, embarazo y robo de urnas.
El tribunal federal ya advirtió sobre el riesgo de que se nulifique la elección.
Si el presidente no lo consigue, entonces a escapar a un país como Cuba o Venezuela para evitar que EU lo extradite y lo meta a la cárcel.
Ya nos anunciaron que siempre no se irá a “La chingada”, y las razones son muy obvias.
Han sido muchos los avisos de que el gobierno gringo lo tiene listo para procesar y que sólo espera que termine su mandato.
Numerosas filtraciones de documentos y pruebas de que el crimen lo ha financiado.
Aunque presuma que “son calumnias” y que “me van a seguir haciendo lo que el viento a Juárez”, la realidad tiene otros datos.
López Obrador lo sabe muy bien, por más que se tire al suelo a llorar.
Lo que sucede a lo largo y ancho del país es prueba irrefutable de que tenemos narco presidente.
Récord en asesinatos, en desaparecidos y en masacres.
Con total impunidad se roba, se secuestra y se cobra derecho de piso.
Aceptada públicamente la orden directa desde palacio nacional de no perseguir a los criminales.
Son seres humanos y tienen derechos, dice el presidente.
Abrazos a los criminales, balazos para el pueblo que sí trabaja honestamente.
¡Y el kakas tiene el descaro de negar que pactó con el crimen!
Si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar.
Por eso el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, también entró en pánico.
Si los gringos están listos a proceder contra López Obrador, menos remedio tiene don Rubencito.
Y así debe ser.
Que se aplique la justicia y castigue a los narco gobernantes, por encima de las conveniencias políticas y diplomáticas.
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