Millones de mexicanos salieron ayer a manifestarse a las calles, y México sentenció que narco morena ya se va.
Concentraciones masivas en más de cien ciudades, que dejan muy en claro que los mexicanos estamos listos para mandarlos al rancho del kakas.
El repudio nacional crece, frente a la desesperación y el pánico del narco presidente y de su narco candidata.
No vamos a permitir que sigan violentando nuestros derechos y cancelando nuestras libertades.
Durante los últimos días han acusado que los hashtag del #NARCOPRESIDENTEAMLO en redes sociales son de puros bots.
Pero lástima margarito, millones de ciudadanos nos manifestamos ayer para desmentirlos.
No dudemos que a esos amargados se les ocurra decir que los videos de las concentraciones son montajes, hologramas con voz de inteligencia artificial.
Porque así es su inteligencia, muy artificial y muy falsa.
En la Ciudad de México un zócalo y las calles cercanas repletos.
Retumbó ahí el grito “narco presidente”, que cobra fuerza en toda la república y en el extranjero.
Hay pruebas contundentes de que Andrés Manuel López Obrador recibió y sigue recibiendo dinero del crimen organizado.
A cambio no solamente de abrazarlos y dejarlos hacer lo que se les pegue la gana, sino también de pagarles con candidaturas a puestos de elección popular.
Criminales que son gobernadores, presidentes municipales, legisladores federales y locales.
Con los récords en asesinatos y desaparecidos; en secuestros, robos y los cobros de derechos de piso que los ciudadanos honestos sufrimos por las complicidades oficiales.
El estigma es inevitable y mata a López Obrador y a su partido, política y socialmente.
Por eso se tiran al suelo dejando en tremendo ridículo a la llorona.
Lo que sigue está a la vista del pueblo que de verdad es bueno y sabio.
En una elección con voto libre, Xóchitl Gálvez Ruiz ganará la elección constitucional.
Con la condicionante de que nos decidamos a salir a las urnas y que venzamos al abstencionismo.
Las señales de que los de la putrefacción de cuarta no reconocerán la victoria opositora están a la vista de todos.
Por eso el plan no es el C sino el R; robar otra vez millones de votos.
En directo y con la complicidad de los organismos electorales dizque autónomos.
Por supuesto, tirarán a la basura todo el proceso electoral, para seguir desgobernando.
No podían faltar desde ayer mismo las amarguras frente a las mega marchas, y la narco candidata lloró de lo lindo.
La simpatiquísima Claudia tachó como falsos e hipócritas a los asistentes a la “marcha por la democracia”.
El chascarrillo se cuenta solo, viniendo de quien públicamente se ha proclamado no católica y no creyente, pero acaba de visitar al Papa Francisco y le pidió que le bendijera una rosa de plata.
Hipocresías como esta son difíciles de encontrar, pero las hay.
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