Un tráiler volcado sobre la carretera, en la oscuridad de la madrugada

Es mortal esta combinación y son muy pocos los que pueden contarlo sin impactarse contra la pesada unidad.

En lo personal ya me sucedió. La voluntad de Dios me concedió la gracia de poder eludirlo.

Creo que fue adelante de Caborca. Viajaba con rumbo a la ciudad de Tijuana más o menos a las dos de la mañana.

No iba a gran velocidad y eso me salvó.

El tráiler atravesado en curva y con la carretera antigua de doble circulación.

Lo de abajo se me subió a la garganta y por un pequeño espacio sobrante esquivé al animal motorizado.

No me detuve y ya no supe si otros se accidentaron.

No había señalamientos que indicaran la volcadura y deduje que era muy reciente y no le dio tiempo al conductor para ponerlos.

Los traileros señalan siempre que están parados por alguna avería. En recipientes vacían arena y diésel que encienden y difícilmente se apagan.

Además de los señalamientos fosforescentes que se ven a larga distancia en la oscuridad.

¿Qué sucedió en Elota?

¿No tuvo tiempo el trailero de poner señales?

¿El autobús de pasajeros era conducido a velocidad muy alta?

¿El Conductor del autobús de pasajeros venía durmiéndose?

¿O se conjugaron todas esas cosas?

Al momento de escribir, al parecer ya son 22 cruces las que estarán en distintos lugares de Sinaloa.

Y diez o doce heridos con diferentes lesiones que fueron atendidos en varios lugares de nuestro Estado.

Se encoge el corazón al pensar en las mujeres, hombres y algunos niños que ya no estarán entre nosotros.

Es brutal el impacto en nuestro cerebro.

La costera Mazatlán-Culiacán se tiñó de sangre y cenizas.

Me hizo recordar lo cerca que estuve de morir en tierras sonorenses.

Un parpadeo y todo se termina.

Ya no manejo de noche.

Le tengo miedo a la carretera.

Con el ingrediente de los grupos de la delincuencia que buscan victimas para despojarlas de sus bienes y en muchos casos los privan de la vida.

Mi consejo es tomar la carretera de día y parar en lugar seguro durante la noche.

En mi última incursión a Baja California me detuve en Hermosillo y por la mañana le pegué hasta llegar a Tijuana.

Es muy barato pagar hotel y cuidar nuestra seguridad y la de los que nos acompañan en el viaje.

Lamento profundamente lo sucedido en Elota.

Doy el pésame a los familiares que perdieron a sus seres queridos.

No puedo escribir más.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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