Admito que como a muchos estos hechos me pasaron de noche: un dentista que secuestró a una niña de diez años pero fue liberado casi de inmediato.
Ocurridos de julio a octubre del año 2022 que debieron ser escándalo estatal, y no sucedió.
Prácticamente ningún medio de comunicación les dio a estos hechos la relevancia obligada.
Menos condenar la falta de justicia en este gobierno que a cada rato nos pregona que protege con todo a nuestros niños.
Este paquete de infamias fue ignorado por la simple y sencilla razón de que evidencia a una cuarta transformación valemadrista y cómplice.
Ese periodismo que normaliza los abusos y las violaciones sexuales, cuando hay responsabilidad del gobierno de Sinaloa.
Vayamos a los detalles.
Miguel Ángel, de 25 años de edad, secuestró en Mochicahui a una niña de diez años.
Tenía a la menor de edad en un motel, detenido en flagrancia y llevado a prisión el 26 de julio de 2022.
Casi tres meses después, 17 de octubre, se celebró audiencia de procedimiento abreviado y se le impuso una pena de prisión de cuatro años por el delito de privación de la libertad personal agravada.
Pero qué cree usted.
¡Lo liberaron en la semana siguiente, el 25 de octubre!
Resulta que el secuestrador se acogió al juicio abreviado y le otorgaron el “derecho” de pasar esos cuatro años en libertad.
Firma cada tiempo en el juzgado, mientras recibe “tratamiento”.
Aunque parezca increíble, lo podemos comprobar con esta nota:
Recordemos que con enorme pompa y gran difusión en medios de comunicación, se nos presumió el pasado 25 de octubre la puesta en marcha de la “Cruzada estatal contra la violencia hacia mujeres y niñas”.
Iniciativa que se acreditó a María Teresa Guerra Ochoa, esa protectora de abusadores y violadores que cobra como Secretaria de las Mujeres y que Morena quieren convertir en diputada local.
Del caso de Mochicahui, como en los abusos del Bienestar y otros más, nada pescadito.
Solapamientos desvergonzados y repetidos, mientras reparten atoles y nos llenan con sus engaños y sus otros datos.
¿Qué pasó con la procuraduría del menor del DIF Sinaloa?
Cero chapucero; su presidenta Eneyda Rocha Ruiz se destaca más por seguir cobrando sin trabajar en la UAS.
¿Y la fiscalía de “justicia” y el poder judicial local?
Misma historia, esa de la auto exhibida por parte del narco gobernador Rubén Rocha Moya con su “yo te voy a proteger” a favor de un acosador sexual.
Y ni tantita pena les da.
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