Desde la óptica de la obviedad, cualquier hecho o circunstancia debiera parecernos claro, evidente e inobjetable.
Y desde esa perspectiva, todo aquello que nos parezca evidente, por lógica nos ubicaría en el espacio más próximo a la realidad de las cosas.
El enfrentamiento público en que están inmersos la Universidad Autónoma de Sinaloa y el Gobierno del mismo Estado, ha sido convertido en un tema político.
En efecto, el encontronazo que se está dando en nuestra querida tierra de los Once Ríos, ha sido hábilmente llevado al terreno político.
¿Y quién ha logrado instalar el conflicto en el escabroso mundo político?, sería la pregunta obligada.
La respuesta, desde mi óptica personal, me indica que han sido la UAS y sus directivos.
¿Con que objetivo, las autoridades universitarias, habrían de orientar el conflicto hacia el terreno de la política?.
De nueva cuenta la obviedad nos entregaría la respuesta; Por la sencilla razón de que solo desde ese terreno podrían defenderse con mayores posibilidades de éxito de las demandas judiciales que la Fiscalía General de Justicia del Estado les ha fincado.
Y es que defender con elementos jurídicos de peso, la demanda penal por el gasto de 45 Millones, 526 mil pesos, en la compra de tortillas para consumo de las casas de estudiante, no es tarea fácil ni para el mejor abogado del mundo.
Y todavía más, justificar el gasto de poco más de 77 millones de pesos en la compra de carne, para el consumo de la misma población estudiantil, tampoco es tarea fácil para los abogados.
Y si a esos elementos de presunta corrupción, se le agrega el hecho de que dichos gastos se hicieron durante los meses de la pandemia del COVID-19 cuando los alumnos estaban en sus domicilios particulares, el problema de complica.
Fueron dos importantes medios informativos los que a través de información solicitada a la Comisión de Acceso a la Información Pública, habrían destapado la cloaca universitaria.
Las notas publicadas por los dos periódicos, causaron un gran impacto en el resto de los medios locales, y desde luego generaron el interés de la clase política, académica y social de Sinaloa.
Diputados miembros de la 64 legislatura se pronunciaron por una investigación de los hechos, y el rebote llego a la Auditoria Superior del Estado-ASE-, desde donde se pretendió realizar la necesaria auditoria a las finanzas de la UAS.
Y fue en esos momentos cuando la bomba de la discordia exploto, ya que la UAS rechazó tajantemente ser auditada, bajo el argumento del respeto a su autonomía, su gran bandera defensiva.
“El gobierno del Estado pretende violar nuestra autonomía, y eso no lo vamos a permitir” gritaron a los cuatros vientos los directivos del alma mater sinaloense.
Sobra decir que a partir de esas expresiones públicas la UAS fijo su postura de negarse de manera determinante a ser auditada, pero también llevo el conflicto al terreno político, por considerar supongo, que desde ese plano les sería más fácil enfrentar y presionar a las autoridades estatales y judiciales para que aflojaran el mazo de la justicia.
Voces airadas de la jerarquía universitaria se desprenden entonces acusando al gobernador Rubén Rocha Moya, al Secretario General de gobierno Enrique Inzunza Cázares, así como al Diputado Feliciano Castro Melendres y la Fiscal de Justicia Sara Bruna Quiñonez, de haberse amafiado para perseguir, no a presuntos culpables de corrupción, sino a la UAS…La politización del caso estaba en marcha.
Y desde ese momento, los jerarcas de la casa Rosalina, le han pedido a la comunidad universitaria que se sume a la defensa de la supuestamente amenazada autonomía de la UAS, y salgan a las calles a protestar de la misma manera, en contra de la persecución política de que están siendo objeto por parte del gobierno de Rocha Moya.
Las acusaciones de atentar contra su AUTONOMIA, así como de desatar una PERSECUCION POLITICA contra la UAS, les ha funcionado en algunos sectores, sin embargo, para otros actores sociales importantes, les ha quedado claro el rumbo de politización que los jerarcas universitarios le han dado al conflicto en referencia.
Necesario es resaltar, que la Fiscalía de Justicia ha turnado al juez penal de control tres demandas judiciales en contra del Rector Jesús Maduena Molina y los miembros del comité de adquisiciones de la Universidad.
Los delitos de los que son acusados son los siguientes.
1.-Abuso de autoridad, por haberse negado a permitir la auditoria.
2.-Ejercicio indebido de sus funciones, por la compra de 77 Millones de pesos de carne.
3.-Ejercicio indebido del servicio público, por la compra de 45 Millones 526 Mil pesos en tortillas, causa penal por la que la noche de este martes 17 el juez penal ordeno la separación temporal de Jesús Madueña Molina como Rector de la UAS.
Hoy miércoles 18 de octubre la reacción de la UAS, en rechazo claro, al mandato judicial del Juez de control se dejó sentir.
El musculo político de la Universidad se manifestó por las calles de Culiacán y el resto de los municipios del Estado.
Las consignas de los estudiantes, trabajadores y funcionarios de la UAS se sintió esta mañana, fuerte y unánime, acusando al gobierno de Sinaloa de estar convertidos en una mafia del poder que pretende atentar contra su autonomía y hacerlos objeto de una persecución política.
Lo interesante es, que muchos universitarios, y ciudadanos en general, han entendido ya que la persecución no es ni política, ni en contra de la UAS.
Han entendido que, se trata más bien de una investigación judicial, encaminada a identificar a los responsables de hacer mal uso de los recursos financieros de la propia Universidad.
En el caso del supuesto atentado contra la autonomía universitaria, habría que preguntarse; ¿ Si, el tratar de aclarar dudas sobre compras millonarias no muy claras ni convincentes por parte de sus funcionarios, es atentar contra la autonomía universitaria?… Si así fuera, entonces, es posible que tuvieran razón.
Pero, habría que dejar en claro también, que la UAS no son los hombres o mujeres que fungen como sus autoridades académicas y administrativas.
Por lo tanto, las demandas penales que se presenten en contra de los individuos, no deben ser vistas como una persecución en contra de la Universidad, sino más bien, como una investigación judicial que busca sancionar a quien, o quienes resulten responsables de algún delito cometido en perjuicio del patrimonio.
Por cierto, esta misma tarde, el gobernador Rubén Rocha Moya ha dejado constancia de que su gobierno ninguna problema tiene con la UAS.
Abordado por periodistas locales, el mandatario estatal, dijo que la Universidad cuenta y contara siempre con todo su respaldo, y sabrá dialogar y apoyar a quien el Consejo Universitario designe como Rector provisional, mientras dura el proceso que se le sigue al Rector oficial Jesús Maduena Molina.
“Yo sabré apoyar a la UAS, sin importar si el sustituto de Maduena Molina es el Secretario General Robespier Lizárraga, o cualquier otro universitario”, aseguro el ejecutivo de Sinaloa.
Rocha Moya aseguro asimismo que los trabajadores y Maestros de la UAS tienen asegurado el pago de su aguinaldo, ya que para esos efectos cuenta con una cantidad de 2 Mil, 200 Millones de pesos que su gobierno ha venido ahorrando…
Es hasta estos momentos, lo que se puede comentar respecto a este polémico, controvertido y altamente preocupante conflicto entre la UAS y el Gobierno de Sinaloa…
Estaremos pendientes de lo que ocurra en las horas y días por venir… Por lo que nos veremos enseguidita.
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