Son muchas las opiniones sobre un supuesto montaje de la cuatroté, y frente a ellas es importante señalar que si Lopitos no hundió a Xóchitl, Marcelo Ebrard menos podrá.
Discrepo totalmente de que el excanciller dividirá el voto opositor, siendo candidato presidencial por Movimiento Ciudadano.
Que jalará muchos votos de la clase media, alegan algunos pesimistas o aplaudidores, según el lado en que estén.
Hay que ser muy tarados para creer en él como opción para ganar, y los más tontejos ya están con Morena.
Lo que sí tiene algo de lógica es que la chelita se pueda dedicar casi toda su campaña a denostar a Xóchitl Gálvez.
Y sobre esto, reiteremos lo que comentamos al inicio de la columna.
¿Puede alguien pensar que las críticas de Ebrard tendrán más poder que las del kakas?
Recordemos que el presidente tundió y tundió a la “Señora X”, y lo único que logró fue aumentar las simpatías ciudadanas a su favor.
Ese potencial duelo de tres mujeres, dos de ellas atacando sin cesar a la otra, servirá para lo mismo.
Casi nadie creerá las “investigaciones” y las corrupciones que le inventen a doña Xóchitl, porque el pueblo sabe muy bien que son puros engaños con propósitos perversos.
Usarán a la fiscalía federal arrodillada al poder, y armarán montajes con “testigos” y “pruebas”.
Tendrán la complicidad de medios de comunicación reales y falsos, para repetir y repetir los ataques contra Gálvez Ruiz.
Si como se anuncia Dante Delgado hace a Marcelo Ebrard el candidato de Movimiento Ciudadano, este partido verá una desbandada mayor a la ya sufre.
Se hundirá MC como un partido traidor, palero de la cuatroté y cómplice de la destrucción nacional.
Y terminará también lleno de excremento el propio Marcelo, si se presta a otra traición orquestada desde palacio nacional.
Con Xóchitl como presidenta que supere la elección de Estado, Dante y sus compinches pagarán las consecuencias.
No será venganza, sino justicia.
LA CÓMPLICE AUTOCENSURA PERIODÍSTICA
Se ha hecho costumbre en las últimas semanas ver notas críticas contra el gobierno de Sinaloa que son borradas casi de inmediato en los portales noticiosos.
Autocensura cómplice, que ocurre incluso en medios de comunicación fuertes.
Las notas críticas desaparecen, obvio, a solicitud de la parte que se considera afectada.
El gobierno hace lo suyo, y el medio es el que termina siendo culpable.
Si lo hacen gratis o a cambio de dinero, para el caso es lo mismo.
Se burla la verdad, como compromiso profesional del periodismo.
Qué tristeza.
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