En esta época de contienda electoral, hay textos universales que algo aportan al trabajo cotidiano de quienes ejercen el poder público o que a éste aspiran.
Hoy vale la pena rediseñar un cambio radical en la forma y fondo en los resientes cambios en el gabinete estatal de primer nivel que salpican a algunos personajes aldeanos de la región del Évora, pero en especial a uno.
Todo parece indicar que la secretaría de Turismo en Palacio de Gobierno es el refugio de los traidores, desplazados, corruptos e irreverentes personajes que están salpicados y devaluados por falta de equilibrios y desobediencia política, no es solamente por falta de empatía, sino todo parece indicar que conforme avanza el gobierno del Doctor Rubén Rocha Moya, se consolida el “TEAM ROCHA”, y no solo eso, los reacomodos llevan un sentido lógico, las nuevas generaciones son el punto de inflexión en este gobierno.
Debilitar es la manera más inteligente para fortalecer un vínculo y confianza en la medida que se acerca el 2024, de cara a la nueva faceta que tomará el recinto legislativo, pues es la cara que cuidará al ejecutivo en su salida, de ahí, la importancia de ello.
Para el alcalde de Salvador Alvarado, Armando Camacho Aguilar, tras empezar su ejercicio de gobierno fue decayendo políticamente ya que la forma es fondo, pues se ha manejado que su asesor y jefe político, Alejandro “el diablo” Higuera, es a quien escucha y se filtran información, lo cual, el gobierno de Rocha Moya debe cuidar por el grado de sensibilidad política.
Todo parece indicar que los tentáculos políticos del alcalde Alvaradense se debilitan, y con ello, se intensifica la caída política y la reelección se aleja a pasos agigantados. Armando Camacho Aguilar entiende perfectamente que el reacomodo de ayer en el gabinete estatal le afecta considerablemente, ya que lo poco que le queda se deprecia como un cáncer político en fase terminal.
Lo cierto es que el alcalde Alvaradense ha estado inmerso en una crisis en materia de infraestructura, pues lo único que ha crecido es la inseguridad, la poca calidad política y el respeto a las posiciones políticas de Sinaloa, todo esto provocado por la escases de talento y visión, pues si no tienen claro un buen plan de desarrollo es inexorable el desplome.
Como alcalde Armando Camacho Aguilar ha llevado una política cercana a la gente, de eso no tenemos duda, pero se ha olvidado por completo de algo esencial, la obediencia y la gratitud política, además, de quienes lo llevaron a estar en donde se encuentra sentado, son esos mismos los que terminarán ahogándolo por malagradecido e irreverente, ya que fuera de Morena y sin el apoyo central del tercer piso difícilmente llegará tan siquiera a postularse como comisario de una comunidad.
GTOTITAS DE AGUA:
En fin, un alcalde sin oficio político y sin un proyecto económico sin visión difícilmente puede tener futuro. La reputación va de bajada, los enemigos aumentan y la estabilidad y gobernabilidad pierde músculo.
Sin duda alguna, la improvisación en este gobierno aldeano de mi querida “Tierra Santa”, Salvador Alvarado, en mi opinión, es el principal argumento, y que será, la joya de la corona. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/sobre-el-camino/.