Muy temprano buscaré mi casilla para depositar el sufragio en esta contienda interna del movimiento opositor.
Mi decisión es por esta mujer que levantó a las masas dormidas del País y que muestra los atributos que considero debe tener un candidato a la presidencia de México.
Es mi esperanza y lucho en contra de quién se ha convertido en poderoso tirano y nos restriega su bota en la cara.
Una y otra vez lo repito.
Jamás estaré de acuerdo con los que pretenden dividir al pueblo en categorías que destruyen el concepto de nación.
Andrés Manuel llegó a la presidencia de México para servirse del poder y abandonó sus principios fundamentales que lo hicieron ganar el más alto sitial del gobierno de la República.
No gobierna para todos.
Aprovecha su posición para su beneficio personal y el de sus familiares y amigos de más cercanía.
Por todos los medios a su alcance pretende dejarnos sin organismos autónomos que vigilen el accionar de la presidencia y su gabinete.
Se recarga en las fuerzas castrenses para imponer su voluntad.
Su llegada al poder fue para vengarse.
El odio es el combustible que lo mueve y lanza sus infamias a través de sus mañaneras sin que nadie se atreva a pararlo.
Se dice Comandante supremo de las fuerzas armadas. Quizá tenga razón y es por eso que las hojas de los arboles hasta la fecha se han movido al compás de su exhalaciones.
La ventisca nos golpeaba sin piedad a los que no estamos de acuerdo en la manera de gobernar de Andrés Manuel.
Pero siempre hay un pero, y nos llegó vestida de mujer para enfrentar al abusivo de Palacio Nacional.
Ese pero, se llama Xóchitl Gálvez y tiene más guevos que muchos de los que conozco y trato en la política local.
La llamo mi esperanza y aunque perdamos la gran careada, cosa que para nada deseo, la flama de la resistencia ha de quedar para siempre entre nosotros.
Soy hombre de edad avanzada y he participado en varias luchas y he salido muy fortalecido de ellas.
Otra vez me llegó un segundo o tercer aire y me dispongo a participar activamente en todo lo que pueda derrotar al cacique tabasqueño.
Creo que la abanderada de la oposición será Xóchitl y levantará tolvaneras por todos los rumbos de México.
El próximo domingo depositaré mi sufragio.
No tiene otro nombre y destino que no sea Xóchitl.
Estamos inscritos 34,712 en Sinaloa y espero que todos se presenten a depositar su voluntad en urnas.
Xóchitl es la mejor y merece llevar el estandarte de la rebeldía en las elecciones constitucionales del 2024.
Será uno de mis mejores domingos.
Hasta mañana.
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