Se perfila en México un estrepitoso derrumbe de la transformación.
Falta nada más saber cuánto tardará.
Nada descartable que suceda en la elección constitucional del año próximo.
Hay dos señales muy claras, una desde palacio nacional con un presidente apanicado ante la aparición de una contendiente presidencial de extremo peligro.
La otra es de una ciudadanía que comienza a despertar, vigorosamente, de la indiferencia mostrada hasta hace poco.
Será estrepitoso el derrumbe porque son muchos los abusos de poder y las raterías cometidas por Andrés Manuel y su pandilla.
Continuamente se documentan corrupciones por cientos y hasta miles de millones de pesos, que a pesar de ser demostrados terminan siempre negadas por el payaso que nos desgobierna.
Lo hemos visto durante casi cinco años, pero la situación comienza a cambiar con el surgimiento de doña Xóchitl.
Varias palizas le puso a Lopitos, y se ganó por ello el cariño y el aprecio de millones de mexicanos.
Así como le ganó al presidente, crece con fuerza la confianza de que le ganará a la corcholata bendecida por el dedo del que dice no se mete en las cosas de los partidos políticos.
Hablamos, por supuesto, de una victoria en elecciones apegadas a derecho.
Sabemos que las mapachadas estarán a todo lo que da, con el apoyo del crimen organizado.
Por eso los mexicanos estaremos vigilantes, y no hay que olvidar que el gobierno de Estados Unidos dejó ya muy en claro que estará también muy al pendiente de si los narcos se vuelven a meter en las elecciones.
LE PERDIERON AL RESPETO AL KAKAS, O ES MONTAJE
Hay que pensar cómo fue que Marcelo Ebrard llegó a la dura acusación contra el presidente, de que es un mapache electoral.
Con Ricardo Monreal sumándose a la exigencia de respeto a las reglas en la contienda corcholatera.
No es fácil entender que a ese nivel se denueste públicamente a López Obrador y a Morena.
Que las encuestas son una farsa; que Claudia Sheinbaum se gasta millones en una publicidad ilegal; que hay acarreos muy descarados con recursos públicos, y una guerra sucia contra los que le compiten.
No hay más que dos sopas.
O le perdieron el respeto al presidente, o todo es puro montaje con propósitos perversos.
Se va a saber.
CESADO, EL QUE LE MANDÓ “UN KILO” A INZUNZA
No duró mucho José Luis Zavala como Secretario de Obras Públicas, a quien con información exclusiva exhibimos como corrupto con un audio y video en nuestra cuenta de Youtube.
Aquí lo puede ver y escuchar:
Que no hizo nada indebido, dijo ayer el gobernador Rubén Rocha luego de degradarlo a subsecretario.
Preguntamos ingenuamente si el sucesor en Obras Públicas ya tiene la orden de seguirle dando sus “kilos” al secretario general de gobierno, Enrique Inzunza Cázarez.
Al cabo que don Rubencito ya dejó muy clara su opinión de que no hay nada indebido en robarse el dinero del pueblo.
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