Le arde el trasero al presidente de México por haber puesto a los ojos ciudadanos una figura tan impactante como la de esta mujer.
Donde se para, levanta roncha.
Verla montada en su bicicleta es contemplar lo mejor que tenemos en el alma y la consideramos una criatura que conmueve y nos motiva a protegerla y arroparla entre los brazos.
Nos despertó a los mexicanos el viejo huango y decrepito que vive en Palacio Nacional y cobra una fortuna por ser el presidente de México.
Que no nos engañe con el cuento que gana menos de 150 mil pesos mensuales.
Eso dice la nómina y oculta los agregados de vivienda de lujo, autos blindados, seguridad militar, sirvientes a su disposición, afanadores de su vivienda palaciega, banquetes de lujo, energía eléctrica que no paga de su bolsa, helicópteros a su servicio y aeronaves de la fuerza aérea que lo transportan a donde quiera y se le antoje ir.
Son varios millones al mes los que consume Andrés Manuel y se hace “cochi” cuando le sacan las cuentas reales.
Es un redomado bribón el tabasqueño y muy poco hombre, al atacar con la fuerza de la presidencia, a una mujer que le muestra lo que es una verdadera luchadora y no un guevón sin oficio ni beneficio que cobra sin desquitar su sueldo.
Xóchitl es un ejemplo de superación personal y una gran esperanza para sacar de Palacio a los que han defraudado la confianza de los mexicanos.
Se ha dedicado el presidente a ejercer sus oscuras venganzas y poner en práctica las perversiones que diseña en sus mañaneras.
Llegó amargado, y saldrá repudiado por muchos millones de mexicanos que se muestran arrepentidos de haber entregado su voto, para un proyecto mentiroso y de mala leche que representa la supuesta cuarta transformación.
Lo trae loco la señora Senadora.
Debe estar arrepentido y amargado por habernos dado una mujer que representa lo más puro de un movimiento renovador de las conciencias.
Xóchitl es una líder natural. Con su inmensa empatía logrará que las urnas se llenen de votos para la alianza que estamos seguros representará.
El presidente ha ordenado a sus perversos colaboradores, que busquen la manera de sacarla del juego presidencial y no nos extrañaría que sugiriera un atentado en contra de la Senadora.
Ganas tiene de sobra para dar la orden.
A Colosio lo mató el sistema y Xóchitl puede ser la siguiente víctima del poder de un presidente.
Se le sugiere a la Senadora que no se exponga tanto y ella responde que nada teme y que su pueblo será su mejor protector.
No tiene miedo, pero nosotros sí.
Sabemos de la perversidad de este gobierno y del fanatismo que ha formado en su derredor.
Le haremos ver esos peligros a esta gran mujer.
No queremos que nos arrebaten la esperanza.
Le recordaremos lo de Colosio y esperamos que al final lo entienda y busque protección.
Los malditos andan sueltos y al servicio del poder.
Nos queda muy claro de lo diabólicos que son estos miembros de la secta del malvado tabasqueño.
Hasta mañana.
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