Sesenta días para borrar la vergüenza

Esa tarea tiene Marcelo Ebrard, después de ofrecer la Secretaria de la Cuarta Transformación en su gabinete a Andrés Manuel López Beltrán.

El Hijo del presidente de México rechazó la mesalínica oferta mostrando más pudor que nuestro favorito corcholato.

Ayer me había declarado entusiasta seguidor de Marcelo y anuncié que votaría en su favor para que ganara la encuesta y luego mi sufragio para que ganara la presidencia.

Se me enrojecieron las orejas por la vergüenza ajena y más cuando mis compañeros de café llamaban lambiscón a Marcelo.

Que pendejada cometió nuestro ídolo y nos quedan 60 días o menos para borrar la imagen de servilismo y arrastradurismo a los ojos de los que votan.

Que chinga nos paró a sus seguidores.

Los cachetes los traigo colgados y rojos como la sangre de un toro convertido en buey y eso se lo debo a Ebrard y sus marranadas.

¿Qué necesidad había?

Ninguna, claro está, y abrió las fauces Marcelo para vomitar estupideces que le costaron caro mediáticamente y quién sabe si el daño resulte ser permanente.

La buena es que Claudia también metió las cuatro y afirmó ante sus seguidores que su obra será continuar los modelos de la cuarta transformación, pero y aquí el pero, a mi manera.

Pareciera deslindarse de su jefe Andrés Manuel desde el arranque de su campaña.

La Colosio de la cuarta transformación podría ser considerada la Sheinbaum por sus deslindes de la teta que le dio la vida.

Fernández Noroña la fumó verde y abrió su campaña en Oaxaca y pensó que estaba en Puebla y él mismo dijo ya valimos mother al dirigirse a la concurrencia oaxaqueña como si fueran poblanos.

Adán Augusto estuvo en su papel de siempre y pareció un remedo de Andrés Manuel en sus palabras y gestos.

Ricardo Monreal no pinta en el panorama, a pesar de ser un verdadero miura y sabe que su destino es la candidatura para la ciudad de México. También inició campaña el día de ayer y ahí queda la crónica.

Curiosamente a Claudia no le dan el gane en la encuesta y se dice que el verdadero candidato de Andrés Manuel es Adán Augusto.

A Marcelo se le considera muy fuerte y lo ven como una ficha de cambio de la seguridad del presidente mexicano ante el gobierno de Estados Unidos.

Se maneja que, por las tierras de Biden, se confecciona un voluminoso expediente para Andrés Manuel por presuntos ligamentos con los carteles de la droga de nuestro País y por allá la memoria no se les borra.

A Marcelo Ebrard lo consideran la carta de salvación del peje y que pueda dormir tranquilo sin que las autoridades del vecino País lo pesquen y sea sometido a proceso.

Marcelo tiene sesenta días para borrar la vergüenza.

Espero que no le ofrezca chamba a la vieja del presidente.

Sería el colmo y la muerte definitiva de sus aspiraciones.

Trágame tierra por ofrecer mi voto a Marcelo.

Pero sostengo mi oferta pese a todo.

Coloradas mis orejas.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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