Es increíble el cinismo y la paciencia que se le han tenido a muchos priistas que han aprovechado la recta de las circunstancias, de las imposiciones y la simulación para decirle al PRI a través de una carta que dejan su militancia, peor aún, algunos renunciantes gozando de cargos públicos actualmente en el poder ejecutivo y legislativo en la actual administración morenista de Sinaloa.
Como todos ya lo saben no expondré nombres, no por respeto, sino porque me da flojera gastar tinta y hacer mención de los renunciantes, pues me parece muy claro sus argumentos, lo que no me parece elocuente es que cuando tuvieron cargos públicos los que hoy renuncian al PRI, también fueron utilizadas y justificadas las mismas prácticas de siempre. Entonces, ¿de qué se quejan? A mi criterio, no son las personas adecuadas para denunciar estos hechos que impiden la participación partidista de todas y todos los militantes priistas.
Cabe aclarar, que las renuncias de los priistas en Sinaloa están más que justificadas, pero esos mismos que han renunciado a su militancia del PRI, son esos mismos que se han favorecido por décadas, y ante ello, su silencio era sepulcral.
Así es, esos mismos que han venido renunciando por cundinas, son ellos mismos que también fueron beneficiados por el mismo dedazo en su momento, pero como ya sienten que no le pueden sacar más tajada al partido del tricolor y que lo consideran poco atractivo, pues su justificación es que no hubo piso parejo, y me pregunto, ¿cuándo lo ha habido? Sin duda la avaricia se ha apoderado de sus conciencias, peor aún, considero que sus renuncias al PRI fueron mucho antes del proceso electoral del 2021, pues fueron ellos mismos los que traicionaron al PRI en las pasadas elecciones, y muy en ellos, hoy se sienten desplazados. ¡Tanta hilaridad!
Lo hemos comentado en reiteradas ocasiones, sin duda el PRI no representa una opción política para todo aquel personaje que vivió los mejores días del otrora partidazo, y que ahora, ven escombros y un vacío sin certidumbre ante el poder federal y local.
Y como ya no le ven mucho futuro al PRI por haber perdido casi todo en el esqueleto sinaloense, pues buscan acomodarse al partido de moda, no los culpo, ya que el PRI ha generado una percepción negativa con la ciudadanía que no solo afecta el prestigio y honorabilidad, sino que está teniendo efectos negativos sobre el partido y la alianza opositora. Y pregunto. ¿Los que han venido renunciando al PRI, acaso no han sido factor ante ese desprestigio que hoy vive el tricolor?
Me parecen injustificadas las renuncias, pero si les cayó como anillo al dedo, pues tienen sus razones fundadas en que no se les tomó en cuenta en este pasado proceso interno que tiene como actual dirigente estatal del PRI a Paola Garate Valenzuela y al nuevo secretario general del PRI, a Bernardino Antelo Esper. Aclaro, no los estoy defendiendo, pues fueron nombrados por los altos mandos de la cúpula nacional del PRI.
Lo cierto es que seguimos en esa misma tesitura, la elección interna del PRI en Sinaloa no les favorecía a todos esos personajes que han venido renunciando un día sí y al otro también. Repito, fue una elección que por décadas se ha venido imponiendo a personajes, que no son otra cosa más que los mismos de siempre, sí, como escuchó querido lector, son ellos mismos que han sido impuestos en la época más gloriosa del PRI, lo cual, considero que aprovecharon el pretexto perfecto del “dedazo” para utilizar una hoja cargada de tinta, emitiendo en ella, su renuncia a su militancia en carácter de irrevocable.
GOTITAS DE AGUA:
Comenté líneas arriba que omitiría nombres de los renunciantes, pero citaré solamente a un personaje como ejemplo: la actual diputada local por representación proporcional, Gloria Himelda Félix Niebla, que hasta hace unos días renunciara a su militancia del PRI, y yo me pregunto, no sería mejor que también aprovechara la recta y renunciara al cheque y a sus dietas que recibe, porque gracias al PRI está en el congreso del estado cobrando y gratis, pues lo prudente sería que también renunciara al salario que percibe en el poder legislativo, esto sin mencionar el cargo que tiene su esposo en la actual administración morenista, Marco Antonio Irizar Cárdenas, que actualmente cobra en la Secretaría General de Gobierno.
A mi juicio, el peor error que han venido cometiendo por décadas el PRI es no abrir los procesos de las elecciones internas ya que, con esto, la debilidad en la militancia va aumentando conforme pasa el tiempo, pero algunos dirán, que se vayan los que se tengan que ir, o bien, que se vayan los que hace mucho ya no están.
Lo cierto es que la situación por las que atraviesa el Revolucionario Institucional no es la mejor en materia electoral e interna por los siguientes motivos: una preocupación por la percepción negativa que la ciudadanía tiene sobre el PRI. Otra preocupación: el estilo de ejercer la dirigencia, que ha sido muy excluyente durante mucho tiempo y que han centralizado decisiones, generando no solo mayor exclusión, sino desánimo o desapego de la militancia, así como decisiones unilaterales que han venido influyendo durante muchos años.
Por ello cabe resaltar que las renuncias que se han venido dando no se justifican en nada, ya que obedecen únicamente a personajes que en la historia contemporánea también fueron favorecidos con el flamante dedazo. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos el Lunes”…
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