No ha dicho públicamente que quiere ser senador, pero las acciones y su posición lo dejan entrever.
¿De veras el señor Enrique Inzunza Cázares es el hombre que precisa Sinaloa para remontar el cúmulo de inequidades que lo tienen sumido en la métrica nacional, la que mide el bienestar y sus avances en los estados de la República? Hombre que dejó de ser Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de Sinaloa para incrustarse en el gabinete del hoy gobernador y que hoy funge como el aperador político y hombre de confianza del titular del ejecutivo estatal.
¿Es cierto que la inanición de Morena en la entidad es de tal tamaño que tiene que recurrir a personajes desconocidos en una boleta electoral y de dudosa trayectoria política para hacerle frente a la oposición en la disputa por la senaduría del Estado el año entrante? Me parece absurdo, pero es real su coyuntura, a mi juicio.
¿O es que de plano en Morena suponen que la voluntad de los votantes y la opinión pública son hechos prescindibles, pues al final del día acabarán siendo coaccionadas por la fuerza clientelar de las estructuras partidistas y de gobierno, mediante las consabidas dádivas?, ¿les parece pertinente vender un personaje “non grato” derivado por el desgaste y empatía? Ya se sabrá.
¿Acaso el partido Morena está en la lógica del ahora presidente López Obrador, de cuando en sus tiempos de opositor furioso, afirmaba que cuando el gobierno tiene el control de los órganos electorales puede postular una vaca y hacerla ganar? Eso también se sabrá. Lo cierto es que hay otros posibles postulantes con mayor presencia electoral.
Si Morena deveras es un partido echado a la izquierda, partidario de esa ideología y promotor de la justicia social, como reza el ideario, ¿cuáles son los haberes de contenido social que hacen al titular de la secretaría de General de Gobierno merecedor de sentarse en una curul en la cámara alta?, ¿será el principio de un cambio ideológico político en Sinaloa en el 2027? Eso también, a mi criterio, está por verse.
Se trata de preguntas ordinarias las mías. Hasta en la ley aparece que tratándose de la vida pública el acceso de las personas a la información debe ser garantizada por el Estado, confiable y oportuna, pues de ella depende la correcta toma de decisiones, como por ejemplo elegir nuevos representantes populares. Se necesita ampliar la percepción sin amoniaco en el rostro.
La decisión que tome el gran elector en Sinaloa de cara al 2024 será crucial para darle seguimiento a un cambio radical en política, pues las condiciones no siempre son las mismas, por ello, a los amigos se les sacrifica. Entendiendo que los intereses en gran medida coaccionan y se debilitan constantemente.
De todo esto dependerá si se mantienen en el poder de cara al 2027. Incluir en el gabinete a todo tipo de expresión ideológica abre de forma minuciosa, que las estructuras son débiles tanto electoralmente, así como también se hace presente la ineficacia del funcionario público.
En este último punto se ha criticado mucho a la titular de la Sepyc, Graciela Domínguez Nava, una persona calificada de incompetente para desempeñar y dirigir y reformar la educación en Sinaloa, entre otros personajes “non gratos”, como el actual secretario de Agricultura, Jaime Montes, cuyo desempeño es gris y de altos cuestionamientos de corrupción con dineros que van programados para la adquisición de coberturas para los productores de maíz, en donde se rumora que el diputado local morenista, Serapio Vargas, tiene injerencia en dicho tema.
GOTITAS DE AGUA:
Volviendo al tema inicial. Lo único, y de lo que no parece haber disputa, es que no se sabe mucho del aspirante Enrique Inzunza Cázares, para no decir nada, que no sean los mensajes pagados en las redes sociales, y las fotos de empleados de la dependencia con mujeres y hombres escondiendo la vergüenza y los flashazos para las redes sociales.
La relación de sumisión y obediencia entre el poderoso y el débil. El que todo lo da y a la vez todo lo quita. Si tú me das y yo recibo, quedo obligado a darte mi voto, y el de mi familia. Una estrategia que podría regresar el paquetazo político, incluyendo a otros personajes como el actual coordinador de la Junta de Coordinación Política, Feliciano Castro Meléndrez, que no da bola con zapato ajeno, es decir, no gana una, y que demuestra que no es ese otro gran operador político que se dice ser. Por eso, tanto como el alcalde de Culiacán, capital, Juan de Dios Gámez Mendívil y el actual diputado local y presidente de la comisión de Puntos Constitucionales, Ambrosio Chávez Chávez, les podría ganar la batalla y ser los posibles abanderados candidatos a senador de la república en el 2024.
Sabemos que nuestro personaje mencionado pasó de un tribunal judicial al segundo puesto más importante en la estructura política y administrativa del Poder Ejecutivo en la entidad. Pero ignoramos cuáles fueron los méritos cívicos y políticos que hicieron la magia de tremendo brinco. Aunque ya sabemos el resultado, la amistad, la confianza y el compromiso fueron torales para dar ese salto abrumador en política, en donde reitero que, “los amigos se sacrifican”, frase acuñada por el emperador Romano Marco Aurelio. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…
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