= Y también de transparentar uso de recursos
= RRM “resolverá bien”, garantizó AMLO
= También decidirá eventual alianza con el PAS
= La adquisición de un millón de toneladas de maíz
= En CDMX infartaron a AMLO, cuando estaba en Sinaloa.
Entendida como una gira de carácter estrictamente privado -es decir: sin cobertura de prensa – lo que se rescató de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, fue lo que surgió tras bambalinas y no precisamente del escenario. Raro que la gira de un jefe del Poder Ejecutivo Federal se lleve a cabo con tantas restricciones hacia los medios de comunicación; pero son los tiempos de la Cuarta Transformación. Hay que comprenderlo.
Bajo estas circunstancias, entre lo poco que pudo convertirse en noticia, destaquemos:
01.- La confirmación del presidente López Obrador en el sentido de que el gobierno federal adquirirá un millón de toneladas de maíz de la cosecha en puerta, a un precio de 6 mil 965 pesos la tonelada.
02.- El respaldo de AMLO al gobernador Rubén Rocha Moya en su tarea de democratizar a la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Y:
03.- La facultad otorgada por el presidente al mandatario sinaloense para que sea él quien decida si MoReNa se alía al PAS para las elecciones locales de junio del año entrante, en el entendido de que un pacto en tal dirección no opera en el plano federal, en tratándose el partido de Héctor Melesio Cuén de un partido estrictamente local.
Todo esto surgió alrededor del encuentro entre el presidente López Obrador y los Servidores de la Nación en Sinaloa, que se llevó a cabo aquí, en el salón 53, en cuyo marco se precisaron reglas de operación para las sucursales del Banco del Bienestar en nuestra entidad; pero de la cual, lamentablemente, no hubo información, ni siquiera filtraciones al respecto. Así de cerrada estuvo la cosa.
Casualmente más temas ligados a lo político que a lo operativo. Nada malo. Son los que les gustan a los representantes de los medios de comunicación.
¿No?
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Y bueno.
-Yo apoyo al gobernador; creo que Rubén Rocha lo va a resolver bien con diálogo, sin permitir la corrupción y con respecto a la autonomía – contestó lacónicamente López Obrador a un alud de periodistas que literalmente lo cercaron cuando abandonaba las instalaciones del salón 53 en medio del tumulto, provocado por simpatizantes y también por detractores, por supuesto. A nadie se le niega el derecho a la libre expresión.
Momentos antes, en un resquicio de la reunión con los Servidores de la Nación, el gobernador Rocha le había pedido a AMLO su consentimiento “para romper el cacicazgo imperante en la conducción de la UAS” así como también para “acabar con la corrupción vigente” en nuestra máxima casa de estudios superiores.
-Eso me consta – sostuvo Rocha, antes de advertir:
-El mal manejo de los recursos es algo que definitivamente no podemos permitir.
De ahí “el proceso encaminado a obligar a la universidad a transparentar sus recursos”, insistió el gobernador, para luego denunciar la resistencia del rector a la práctica de la auditoría a los diferentes recursos que opera la institución; entre ellos, los pagos por concepto de inscripciones -y algunos otros rubros – que ascienden, según estimaciones conservadoras, a 350 millones de pesos.
Lo que Rocha hizo fue, en pocas palabras, solicitar la autorización del presidente López Obrador para seguir adelante en su propósito de democratizar la UAS y de revisar los recursos públicos a su disposición, rubros contemplados específicamente en la Ley Estatal de Educación Superior, aprobada semanas atrás por el Poder Legislativo de Sinaloa.
Y ya la tiene.
Ya la tenía, de hecho, desde el momento mismo en que se concibió el plan; pero ahora no hay duda alguna de que cuenta con el respaldo de AMLO, independientemente de las consideraciones del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, respecto a Héctor Melesio Cuén Ojeda, uno de sus principales simpatizantes en Sinaloa.
En su momento, Rocha lo había dicho:
-No es cosa mía; la intención de democratizar a las universidades y de trasparentar la utilización de sus recursos viene del gobierno federal.
Así las cosas, es muy probable que se de una tregua durante los días que se avecinan, ante la festividad de la Semana Mayor; pero a partir del lunes 10 del mes en curso, la situación alcanzará enorme intensidad, sin olvidar que será el viernes 14, cuando el Primer Juzgado de Distrito dará sentencia al juicio y sin perder de vista que, por el momento, existe una suspensión definitiva en favor de la UAS, lo cual no quiere decir que la situación ya esté decidida, ni mucho menos.
Pendientes pues.
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Bién.
También en el tema político, el aval de López Obrador a Rocha Moya para que sea el gobernador el que decida en torno a la conveniencia de una nueva alianza de MoReNa con el PAS, frente al proceso electoral del 2024.
Hay que puntualizar algo:
Una coalición formal del PAS con MoReNa solo se daría para las elecciones de presidentes municipales y diputados locales, toda vez que el PAS es un partido regional, sin posibilidad de participar en los comicios para diputados federales, senadores y presidente de la República.
Puntualizado esto si con todo y ello el PAS decide aliarse con MoReNa para los comicios federales, solo será una coalición de facto y no formal.
Y siempre y cuando el candidato presidencial sea Adán Augusto López, suponemos.
Por si le sirve, amigo lector, la alianza para las elecciones locales de 2021, la formalizó el presidente de MoReNa a nivel nacional, Mario Delgado, sin la participación del candidato gubernamental Rubén Rocha Moya. Una alianza de extraordinarios dividendos políticos para el PAS, a pesar de su aportación de 70 mil votos en favor de Rocha, por cierto.
Hoy la situación es diferente. El candidato del 2021 es ahora el gobernador del Estado. Así las cosas, inadmisible una coalición en tal sentido, sin el respaldo del jefe del Ejecutivo Estatal.
Y será Rubén Rocha quien lo decida.
Ya lo dijo el mismo presidente López Obrador.
Así de fácil.
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Mientras.
La otra nota, la estrictamente noticiosa: la aprobación del presidente para la adquisición de un millón de toneladas de maíz a un precio de garantía de 6 mil 965 pesos la tonelada, tal y como lo había adelantado el gobernador Rubén Rocha Moya, quien encabezó las gestiones en esa dirección.
A ese millón se sumarán, suponemos, las 40 toneladas que adquiriría el gobierno del Estado, también en apoyo a los productores y con la mira puesta en la mejoría en el precio del grano o sostenerlo, por lo menos, en esos 6 mil 965 pesos.
Buena noticia, aunque relativamente.
La producción estimada de maíz para el actual ciclo agrícola fluctuará entre los 5 y los 6 millones de toneladas.
¿Qué sucederá entonces con los 4 o 5 millones restantes…?
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A propósito.
En horas de la tarde del domingo, algunas plataformas dieron a conocer la noticia sobre un presunto infarto del presidente López Obrador, con el añadido de que había sido internado en el área de cuidados intensivos del Hospital Militar, en la ciudad de México.
A esa hora, sin embargo, el titular del Poder Ejecutivo Federal recorría las presas del sur del Estado, de acuerdo a su agenda extraoficial.
Nadie confirmo la versión.
Nadie la rechazó.
Si desapareció de las redes, sin embargo, tan sigilosamente como apareció.
Así es la comunicación hoy día.
En fin.
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(Arrancan las vacaciones de Semana Mayor y todo el sector oficial disfrutará de un asueto, a lo mejor merecido en la mayoría de los casos, mientras que la iniciativa privada laborará normalmente de aquí hasta el próximo miércoles. Y precisamente de aquí y hasta el miércoles, estaremos con usted en la mesa de análisis de AltaVoz, que se transmite por “La Bella” (104. 9) aquí en Culiacán y en todas las estaciones del grupo Chávez Radio en Sinaloa. Presentes Altagracia González, Francisco Chiquete y quien esto escribe, bajo la conducción de Pablo Cesar Espinoza. También Agenda Política aparecerá en los días habituales. Y ya nos vamos. Cuídense mucho y Dios los bendiga).
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