La llegada de los nuevos consejeros del INE está perfectamente programada por nuestro sagrado gobierno.
El nuevo presidente será a gusto de Andrés Manuel López obrador y no habrá poder humano o divino que detenga el guiso.
Las cartas están marcadas y será MORENA el partido que imponga las condiciones que le vengan en gana.
No hay que pegar de brincos estando el suelo parejo.
La siguiente elección y las que sigan, quedarán en manos de los que detentan el poder, tal y como siempre se hace, a gusto y complacencia del que porta el garrote.
Habrá pequeños triunfos y los milagros quedarán fuera del alcance de los mexicanos y sin posibilidades de acudir a la Guadalupana.
San diego y el Tepeyac en manos de tabasqueños.
Fueron setenta años de pecados electorales del PRI y doce de los panistas.
No sabemos cuantos tienen en mente los morenos y su capacidad para lograr la permanencia de largo plazo.
Van por los primeros seis y los que siguen.
¿Ustedes confían en la Suprema Corte de Justicia?
¡Yo tampoco!
No es cualquier cosa aventarse un volado en contra del Presidente de la República y sus grandes aliados de las fuerzas armadas.
El poder legislativo ya sabemos en que manos está y por eso ni en cuenta los tomamos para fundar esperanzas.
Los partidos están partidos y sus dirigencias apestan a excremento de marrano.
Por una corta feria venden a su madre.
Los morenistas van por la libre y sin más obstáculos que los que ellos mismos se pongan para agandallar lugares.
Resignación en cápsulas, inyecciones, o jarabes.
Sin embargo, para no perder mi espíritu aventurero, apostaré en contra de las hordas de Atila López Obrador, a sabiendas de que seré arrollado y sin derecho a llantos.
Que me traigan las urnas del 2024.
No quiero quedarme sin hacer la lucha.
Sírvanmela doble y hasta el fondo.
Que me quiero seriamente emborrachar.
Si les pido música a los de la cuarta transformación, seguro me mandan un chingo de violines.
Lucen muy sobrados para la contienda presidencial.
Ni sobras quieren dejar.
Presidencia y mayoría absoluta en el Congreso.
Nosotros, esperando al que no quedó de llegar y tampoco quedó de traer.
Muy claras las cosas en nuestros oscurecidos tiempos.
“Un chivo pegó un reparo y en el aire se detuvo, hay chivos que tienen madre y Andrés Manuel es huérfano”
Hasta mañana.
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