Lo encararé en forma personal en cualquier vereda de nuestra ciudad para preguntarle si llamó perros a ciertos Diputados del Congreso Local.
Mi animalito se enteró y me rogó encarecidamente, que exija al Dr. Madueño para que le ofrezca una disculpa pública en los principales medios de comunicación del estado de Sinaloa.
Milqui se sintió agraviado por ser homologado a la categoría de Diputado local y está furioso en contra de su ofensor.
No me dejó alternativa mi amado “fresh pool”.
Lo demandas, porqué lo demandas, fue su tajante orden y no puedo zafarme de tal responsabilidad.
Se dé cierto que el Rector no quiso ofender a mi perro o a ningún otro ejemplar canino que en el mundo existan.
Fue un desliz en su brillante mentalidad y creo que no tendré problemas para que ofrezca una disculpa a mi perrito.
Si me equivoco, lo llevaré a tribunales y pediré la reparación del daño moral que sufrió “el Milqui”.
Jesús Madueño debe ser más cuidadoso para no ofender.
Me extraña, que siendo araña, se resbale de sus telarañas y caiga encima del honor de los ejemplares caninos de la región.
Mi perrito en nada se parece a un Diputado.
Si así fuera, no estaría en casa, y para nada gozaría de mi protección.
Mi ejemplar canino de quince años y meses, es muy inteligente y pasa parte de su tiempo enseñándome el idioma canino y así nos consumimos muchas horas en amistoso dialogo perruno.
Jamás tocamos temas de iniciativas de leyes o decretos.
No sabemos nada de eso.
Somos entes superiores a la especie o genero legislativo.
Estamos a la par del Rector y admiramos lo que sea parte de la Universidad de Sinaloa y otras instituciones de cultura.
Doña plagios Esquivel no tiene ningún título expedido por nuestra máxima casa de estudios.
Las tesis de plagio, de esta Magistrada de la Suprema Corte de Justicia, van en camino de convertirse en jurisprudencia, según lo escuché en un programa televisivo de noticias y me pareció muy jocoso y adecuado el concepto.
La UAS no expide títulos o nombramientos de Diputado.
Los legisladores de Morena son apadrinados para obtener el encargo por corporaciones que no usan pluma para firmar.
Su huella digital la plasman con pólvora y no hay quién discuta la validez de los documentos que expiden.
Vuelvo con mi perrito y el Rector de la UAS.
Si me presenta una disculpa formal para el Milqui, no acudiré ante ningún Juez y todo quedará en anécdota.
Advertencia muy clara a Madueño.
Que no se le vuelva ocurrir llamar perros a los diputados.
La Sociedad Protectora de Animales estará muy al pendiente para recriminar estas abominables expresiones.
Todo está dicho.
Hasta mañana.
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