Sobre el Camino

La constitución es primero…

El ambiente político del país es ríspido, donde pesa la inconformidad a pesar de un gobierno sin resquicio de duda de su legitimidad predominio.

La marcha del próximo domingo 26 de febrero muestra el quebranto social ante las reformas al proceso electoral, considerados por unos democráticos y por otros calificados como costosos, ineficientes y parciales.

Un futuro incierto: ¿se promete una 4T? o ¿lasgrietas amenazan el colapso?

En la historia reciente del país a partir de 1988, el avance de las fuerzas progresistas democráticas propició la alternancia en el poder al modificar el sistema político de un presidencialismo basado en el partido hegemónico.

Por eso, del año 2000 al 2012, el PAN asumió la Presidencia de la República, en tanto que Morena tuvo acceso a partir del 2018 hasta la fecha. Este último giro es de contenido crítico por una tendencia de izquierda.

El ascenso de Morena a la Presidencia tiene varios promotores en el orden interno y externo, entre ellos:

  1. El hartazgo por los abusos de podercon la ostentación desmedida de corrupción.

b.- Los operativos de fraudes en las elecciones.

c.- En el exterior se registraron los errores diplomáticos al favorecer a la candidata demócrata al inicio de la campaña presidencial donde resultó ganador el Presidente Trump, quien pasó la factura por la equivocación.

d.- En consecuencia se abrió la frontera norte a favor de Morena, pese a ser un partido impugnador y retórico del neoliberalismo.

e.- La victoria electoral se consolidó a través del mecanismo de un frente electoral, abierto a todas las tendencias y militancias.

El triunfo se consolidó con un programa de 12 obras prioritarias, acompañadas de políticas de bienestar social; estas disposiciones fueron trazadas previo la pandemia, cuyo financiamiento distorsionó el presupuesto federal al forzar sus limitaciones con la austeridad sin ampliar la deuda externa.

En resumen, Andrés Manuel López Obrador como Presidente de México, mantiene su índice de popularidad en un nivel considerable, en torno al 60 por ciento, no obstante, sus resultados a favor se ven cuestionados con el aumento de la pobreza, así como las restricciones a rubros que afectan la salud, las jubilaciones recuperadas a valor real medidas con umas y no salarios mínimos. Se calcula que para 2030 el sistema de jubilaciones será inviable su financiamiento.

Este periodo llamado de “transformación” se trata más de una democracia de “transformación electoral de partidos y organismo especializado” con beneficios generados, que dejan sin resolver la inequidad entre los pocos ricos y los muchos pobres, así como la inseguridad pública de una tercera parte de la población.

La disputa por la manzana de la discordia es el INE, que divide al país entre los morenistas pro AMLO y quienes objetan sus desplantes y ordenamientos.

México carece de un sistema de oposición institucionalhistórica. La que funge como tal en el presente es un abanico muy amplio que va del radical corte “kamikaze”, donde se buscan descarrilar al gobierno, además de quienes pretenden obstaculizarlo, así como los analistas políticos que quieren reencauzar la institución, Una amalgama de posiciones de donde destacan los opositores en el Congreso de la Unión, diputados y senadores del PANPRI y un PRD, que forman la coalición “Va por México”.

La postura anti AMLO es una alianza bloqueadora con la demanda principal del “INE no se toca”, es decir, un anti-programa que rechaza el Plan B con cuatro de seis leyes por aprobar en el Senado, reformas que serán llevadas a la Corte por su carácter inconstitucional.

La alianza “Va por México” nació con un pecado original porque:

a.- Transmuta el sistema plural de partidos, con la que tuvo origen en la era de la nueva democracia constitucional de 1976por un reducto bipartidista, además de que, carece de un programa de plataformacomún llegado el caso de volverse partido de gobierno.

b.- Solo es un acuerdo similar al del 2000 cuyo propósito era “sacar al PRI de Los Pinos”.

Como consecuencia, ¿quién quedará en la Presidencia?¿la derecha?¿y cuál de ellas?¿la plegable a la asimilación a EE. UU. o la de rancio sabor peninsular hispano?

GOTITAS DE AGUA:

No se debe retroceder. El lugar corresponde al ala progresista que pugna por la equidad económica social del mercado y la democracia de igualdad ante la justicia.  Una izquierda que pugna por la propiedad originaria de la nación, la forma social de organización comunitaria y la creación del patrimonio familiar basado en la Constitución.

Las fuerzas progresistas insertas en Morena y fuera de ella deben colocarse en la vanguardia del cambio social en beneficio de los mexicanos.

Porque por encima de qué bando gane o pierda, lo importante es que triunfe la Constitución que une a los mexicanos. “Si cierran la puerta, apaguen la luz”. “Nos vemos Mañana”…

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/sobre-el-camino/.

 

Benjamín Bojórquez Olea

Comparte