Manera divertida donde se deforma el aspecto de una persona ridiculizando sus acciones y en ocasiones resultan verdaderas obras de arte.
CARICARE en italiano significa cargar o exagerar.
Nació en Bolonia en una escuela de arte a finales del siglo XVI propiedad de los hermanos CARRACI donde los alumnos retrataban a los visitantes dándoles formas de animales y luego presentaban el trabajo a sus maestros.
En nuestro País se les dio a varios a finales del siglo 19 y entre los más destacados Guadalupe Posadas, Eduardo del Río y Constantino Escalante entre otros.
A nivel local me divierto bastante con los caricaturistas que tenemos y en muchas ocasiones son los que salvan la edición completa.
En casa somos dados a festejar esas representaciones políticas y a veces hasta queremos enmarcarlas.
Ayer amanecimos cerrados del entendimiento y a pesar de muchísimos esfuerzos no pudimos descifrar el significado de una de ellas.
Casi me atrevo a ponerla a consideración de mis amigos de café y si ellos tampoco dan con bola me atreveré a buscar al autor y pedirle la explicación de su caricatura.
Me daría mucha vergüenza hacerlo, pero peor sería quedarme con la duda.
Lo mismo ha de pasar con lo que escribo.
Cuantos querrán preguntarme que quise decir y no se atreven para no molestarme o de plano les interesa un rábano de color verde el contenido de mis tonterías.
Sopesaré debidamente si me dirijo al caricaturista o le dejo pasar que me haya dejado en babia.
Me gusta mucho la caricatura.
Considero verdaderos genios a los que hacen un editorial con sus representaciones y nos endulzan la jornada.
Tengo la capacidad de asombro.
Por eso reviso las publicaciones.
Quisiera ser como ellos, para describir con dibujos o retratos lo que me pasa por la mente de manera fugaz y no puedo traducirlo con palabras.
Despejaré el día de mañana mis dudas.
Pondré a consideración de mis compañeros, lo que me tiene desparpajado el cerebro al no encontrar el sentido de la caricatura.
En cerebro cerrado no entran ideas.
Quizá es lo que me pasa.
No abriré la boca antes de tiempo para que no entren moscas.
Puede estar tranquilo el caricaturista.
No tengo idea de lo que gana uno de estos artistas.
Debería ser un sueldo elevado por sus genialidades.
Los políticos les temen.
Y con mucha razón.
Quedan hechos pedazos con la crítica de sus trazos.
Mis respetos para ellos.
Hasta mañana.
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