Fax del Fax

Los jóvenes a nada le temen

Con operativos o sin ellos, buscan la calle para la diversión y no se esconden de nada o de nadie.

Los viejos vivimos con el “deste” apretado y somos temerosos de enfrentarnos a la realidad que vivimos en estos tiempos.

Con temperaturas altas o bajas, los jóvenes caminan con sus playeras y shorts, saboreando sus bebidas preferidas sin importarles la escarcha.

Los veteranos salimos abrigados y con bufanda.

Abandonamos las cuevas pasadas las doce del día, cuidando que no nos agarre mal parados un viento colado.

Bendita sea la juventud.

Nosotros ya pasamos por ella y la gozamos lo mejor que pudimos y con lo que estuvo a nuestro alcance.

El mundo es de los jóvenes.

Sus herramientas son de reciente forja y las irán gastando según sus entendimientos y necesidades.

Así lo hicimos nosotros y aquí estamos para ser espectadores de los que llegaron para relevarnos.

Es la ley de la naturaleza.

Cronos rige los tiempos y a cada quién nos tiene reservado nuestro reloj de arena que grano a grano nos marca la hora.

Nuestros mejores deseos para la juventud.

Moldearán un mundo nuevo que dejarán para otros y los otros harán lo mismo en ciclos que jamás terminan.

La naturaleza es maravillosa.

Nos concede estadios de vida y el tiempo para navegar sobre la mar en calma o los océanos borrascosos.

Se dice que somos arquitectos de nuestro propio destino.

Verdad o mentira, pero es la máxima que hasta la fecha nos rige y que parece no tiene variantes.

La vejez nos hace sabios.

¿Será cierto?

Puede que sí, puede que no, la verdad quién sabe.

De que nos hace lentos, no tengo la menor duda.

Que se recorta la vista, tampoco puedo negarlo.

Bendita sea la juventud.

No se tiene nada y sin embargo nada falta.

Compradores para la juventud levantarían la mano millones.

Imposible operación comercial.

Los viejos somos apoyadores y es extraordinario papel que nos reserva nuestro Dios y lo asumimos con dignidad.

Levantamos a los que caen por la prisa.

Somos bastón de la juventud.

Extraordinaria es la obra de la vida.

Hasta mañana.

Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.

 

J. Humberto Cossío R.

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