Definición de Abogado Huizachero:
Es aquel que ejerce la profesión sin el titulo correspondiente.
La Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yazmín Esquivel, tiene el documento que la acredita como Licenciada en Derecho y mientras no sea anulado, está legalmente autorizada para ejercer y sin limitación alguna que le impida ostentarse como Abogada.
Tramposa o no, es harina de otro costal.
No va a renunciar y cuenta con el apoyo absoluto del Presidente de México y ya sabemos el poder absolutista de que hace gala Andrés Manuel.
¿Será el único caso?
No le podemos llamar titulo balín al de la señora Yazmín.
Le fue concedido después de presentar su examen recepcional y los sinodales la aprobaron y firmaron el documento del solemne evento.
Vivilla la muchachilla.
Registró su titulo y obtuvo la cedula profesional.
Todo en orden y sin novedad al frente.
Dejemos de lado los peros y sujetemos nuestro criterio a los datos que tiene el tabasqueño que nos gobierna.
No estamos viejos, pensemos que somos prudentes y sabios.
Nuestro camino es largo y la pendiente elevada.
No somos historia, la escribimos, que es diferente.
Avanzamos lento para ver tropezar a los imprudentes y encontramos en el café el elixir de la reflexión.
Andrés Manuel y Yazmín son universales.
Certificados por la cuarta transformación y sustentados por la Marina y el Ejército que controlan el espacio aéreo, marítimo, ferroviario y del metro de la ciudad de México.
Nuestras arrugas son la geografía del tiempo.
Las canas muestran las nevadas del camino.
A Yazmín Esquivel no le podemos exigir absolutamente nada.
Quedó al pie de la cuesta y no conoce la cumbre.
Nació libre la Ministra y voluntariamente se puso las cadenas del oprobio y del rechazo de los mexicanos.
¿Valdrá la pena?
Al parecer sí.
Caminará lento y encorvada y no escuchará los reclamos.
Su pedestal se hizo añicos y el espejo de su vergüenza explotó en mil pedazos y sus cristales causarán las heridas en su historia.
Yazmín es parte de ese pueblo sabio y honesto que sigue al presidente de nuestra militarizada República.
Su nombre quedará inscrito en letras doradas, no de oro, en los anales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El cachirulo del siglo será su leyenda.
No somos viejos.
Nos siguen sorprendiendo.
Hasta mañana.
Todas mis columnas en: https://altoparlante.com.mx/fax-del-fax/.